VILLAMAYOR DE CALATRAVA

Historia de Villamayor de Calatrava. Ventana al pasado para entender el presente y afrontar el futuro de este pueblo del Campo de Calatrava.

24 octubre 2006

MADRE DE ESPARTERO



VILLAMAYOR, CUNA DE UNA MUJER NOTABLE: DOÑA JOSEFA VICENTA ÁLVAREZ DE MOLINA

Atrás ha quedado el largo y apasionante camino recorrido con motivo de la investigación iniciada hace bastantes años hasta llegar al momento presente en el que, gracias a la consulta de diversos testimonios documentales escritos y a la desprendida, abundante y desinteresada información recibida en varias ocasiones del Dr. D. Vicente Marzo González de Campos, atención que desde estas líneas le agradezco profundamente, han hecho posible que ahora se pueda patentizar con documentos oficiales la verdad del nacimiento de Dña. Josefa-Vicenta, aquí, en esta hermosa villa del Campo de Calatrava. Razón, pues, que nos hace sentirnos altamente satisfechos y orgullosos de tener como paisana a una mujer relevante y notable, a quien, tal vez, el destino de la Providencia le tenía reservado el privilegio y el alto honor de ser la madre biológica del que fuera, años más tarde, Vizconde de Banderas, Conde de Luchana, Duque de la Victoria, Duque de Morella, Grande de España, Capitán General del Ejército Español, Ministro de la Guerra, Presidente del Gobierno, Regente del Reino, Príncipe de Vergara,..." y no quiso ser Rey de España". Se trata del General progresista S. A. Sma. D. Joaquín-Baldomero Fernández-Espartero Álvarez.
El 19 de marzo de 1749, fecha en la que recientemente ha hecho doscientos cincuenta años, nacía en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real) Dña. Josefa-Vicenta Alvarez y de Molina, hija de Pedro Álvarez , natural de Mérida y de Ángela de Molina, de Granátula de Calatrava, ambos vecinos de Villamayor. Fue bautizada, en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Visitación de esta localidad por el Presbítero y Cura Teniente de la misma, D. Pedro-Joseph Alcaraz, el día 23 del referido mes y año; siendo sus padrinos Mateo Muñoz Bastante, agricultor y Escribano de la villa, y Ana Manuela de Oliver Velázquez, su mujer, y testigo Roque Martín, Sacristán. Todo ello consta en la inscripción hecha en el folio 347 del Libro VI de Bautismos (1723-1751) de la mencionada Parroquia, y en los memoriales personales del Catastro del Marqués de la Ensenada para conocer las profesiones del padrino y testigo, respectivamente. Además, con mayor razón o seguridad, puede afirmarse clara y sencillamente que su verdadero lugar de nacimiento fue Villamayor, porque así consta, únicamente, en la Partida de Bautismo de uno de sus hijos, en la que literalmente se dice:
"... en diez días del mes de Dizre. de mill setecientos ochenta Yo fray Dn. Alfonso Anto. Treviño y Carrillo del ábito de Cala traba Cura Rector ppº por Su Magd. de ella Bautizé Solegnemte. y crismé a Antº Leocadio que nació el día nuebe de dho. mes y año, hijo lejítimo de Antº. Espartero y de Josepha Elbarez, Natural de la villa de Villa Maior (se observa que este nombre se escribió sobre raspado, tal vez por haber corregido una posible equivocación) y aquél desta de Granátª y ambos vzs. de ella, fue su madrina Manuela López Carneros, quien le tubo en el mismo acto...Y lo firmé= Frey Dn. Alfonso Antº. Treviño y Carrillo".(Folio 124 del Libro IX de Bautismos, de la Iglesia Parroquial de Santa Ana, de Granátula de Calatrava).
Asimismo quiero hacer la salvedad respecto a la posibilidad de que el primer apellido de Dña. Josefa-Vicenta fuera compuesto, es decir, Elvarez de Toro, pues aunque no figura tal patronímico ni en su Partida de Bautismo ni en la del hijo citado con anterioridad, sí que aparece en la solicitud que D. Joaquín-Baldomero, hizo para casarse en la que decía textualmente:
"Don Baldomero Espartero, Brigadier efectivo de Infantería, ... soltero, natural de la villa de Granátula, en Castilla la Nueva, hijo legítimo de Dn. Antonio y Dña. Josefa Elvarez de Toro, ya difuntos, de cuartel en la plaza de Pamplona..." (Expediente matrimonial custodiado en el Archivo Militar de Segovia), y por consiguiente también consta con tal apellido en la Partida de su matrimonio celebrado en Logroño el día 13 de Sptbre. de 1.827 con Dña. Mª Jacinta Guadalupe Martínez de Sicilia y Santa Cruz (Archivo Parroquial de Sta. Mª la Redonda. Libro V de Matrimonios, Folio 137).
Uno no puede decir nada acerca de la infancia y adolescencia de nuestra joven doncella. Las fuentes consultadas silencian cómo y dónde transcurrieron estos dos periodos de su vida. Sin embargo, por la información facilitada por mi buen amigo el Dr. Marzo, experimentado urólogo en Valdepeñas y descendiente, como se verá después, de la familia Fernández-Espartero Elvarez, sise tiene la certeza de que Dña. Josefa- Vicenta Elvarez residía en Granátula de Cvª, pueblo natal de su madre, cuando contrajo matrimonio con Manuel-Antonio Fernández-Espartero Cañadas, de oficio carretero, en la Parroquia de Santa Ana, según consta en el Indice de Matrimonios de dicha Parroquia, correspondiente al Libro VI, Folio 64, hoy, lamentablemente, desaparecido. De este matrimonio (que vivió en la casa, sita en la calle de Almagro, ahora Duque de la Victoria, 7 y que ilustra esta colaboración) nacieron diez hijos: Marcela, fruto del primer parto, que debió fallecer al poco tiempo de su nacimiento; Vicente; Ceferina; Fr. Manuel-José-Hilario, religioso dominico del Convento de Almagro. Tras su exclaustración fue coadjutor de la Parroquia de Granátula y a continuación desempeñó el cargo de Rector del Hospital del Buen Suceso de Madrid, donde falleció; Manuela Antonia, ascendiente de D. Vicente Marzo González de Campos; Bibiano-Francisco-Javier, quien debió heredar todos los bienes del taller de carretería artesana de su padre, pues así parece deducirse del testamento de éste otorgado ante D. Francisco Antonio Moreno, escribano de la villa de Granátula de Calatrava, en 27 de enero de 1818, en el que expresamente manifiesta:
"...mando a mi hijo Francisco Espartero todas las herramientas y trastos de mi oficio...";
Fray Antonio Leocadio, religioso franciscano del convento de Almagro. Exclaustrado residió en Granátula, desde donde se trasladó a Madrid para ocupar el cargo de Vicerrector del referido Hospital. Posteriormente sucedió a su hermano Fr. Manuel-José-Hilario en el cargo de rector cuando éste falleció; Juana Ramona; Fr. Pedro Ramón, religioso novicio que murió en su juventud; y, por último, Joaquín-Baldomero, nacido el 27 de febrero de 1793, quien, tras cursar estudios en la Universidad de Almagro, alcanzó, a lo largo del siglo XIX, los más altos grados, honores y distinciones, en el campo de la milicia. No así en el de la política donde tuvo, como es sabido, fracasos como gobernante. Pero, a pesar de todo, puede considerarse como el personaje histórico más importante que a nacido en la provincia de Ciudad Real. Vistas así las circunstancias que concurren, sobretodo, en la mayoría de los hijos varones, nos hacen pensar que estamos ante un tipo de familia numerosa acomodada en su clase, situación económica que permitió a sus progenitores afrontar los gastos necesarios hasta obtener el nivel cultural suficiente para poder alcanzar cada uno de ellos el estado social reseñado con anterioridad.
Dña. Josefa-Vicenta, amada esposa y madre ejemplar, falleció en Granátula de Calatrava (Ciudad Real) el día 7 de agosto de 1.815, a los sesenta y seis años de edad, habiendo recibido, previamente, los Santos Sacramentos. Fue enterrada en la Iglesia Parroquial de Santa Ana de dicha villa al día siguiente de su fallecimiento y con anterioridad "... dio poder a su marido para su Testamento y lo hizo ante Antonio-Francisco Prieto, Essn° de esta Vª (Granátula) y por él dexa lo siguiente: Entierro ordinario con Misa de Cuerpo presente, Vigilia y Diáconos a las mandas forzosa y de Ley acostumbrado al Sto. Angel de su Guarda y Sto. de su Nombre; una Misa a cada uno de sus padres naturales y políticos; por su hermano D. Marcelino, por sus hijos Dña. Ceferina y Dña. Juana y por su hijo Fr. Ramón, una Misa a cada uno y por su ánima e intención, los sufragios que le comunicó y reservó; fue su voluntad que a su hijo Fr. Antonio, religioso francisco, se le diese una onza de oro para sus necesidades religiosas con la obligación de celebrar una misa por su ánima. Nombró por sus albaceas y Jueces partidores a Fr. Manuel y D. Vicente, sus hijos, y por sus únicos y universales herederos de todos sus bienes a Dña. Antonia, D. Vicente, Fr. Manuel, D. Francisco y D. Baldomero, sus cinco hijos, mandó a su marido D. Antonio Espartero el quinto de sus bienes con la circunstancia que aparece en su poder; a sus nietas una expresión a cada una, con otras cláusulas que constan en su testamento que hizo en nueve de agosto de otro año...". (Archivo Militar de Segovia. Expediente personal del Excmo. Sr. Capitán General D. Baldomero Espartero Alvarez).
Si Granátula de Cva. fue la villa donde transcurrió la mayor parte de la vida de Dña. Josefa-Vicenta, hecho que puede dar lugar a confusión en cuanto al lugar de su nacimiento, creo que como villamayorense debo reivindicar y publicar cuál es la verdadera cuna de esta ilustre paisana. Sirvan estas líneas para rendirle desde Villamayor de Calatrava, pueblo que la vio nacer, un sencillo homenaje a su persona. Asimismo estimo que sus méritos son más que suficientes para que tanto las Instituciones Autonómicas como provinciales y locales, es decir, el Gobierno Regional, Diputación Provincial y Ayuntamiento local organicen actos o encarguen un monumento digno para ensalzar el recuerdo de esta olvidada mujer manchega. Desde ahora, nuestras autoridades tienen la palabra.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Diario "Lanza" el viernes, 16 de abril de 1999, en su página 4. Foto: Casa de Espartero en Granátula de Calatrava (tomada por Juan Antonio Callejas Cano).

DÍA DEL ÁNGEL


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SAN ISIDRO


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VOTO DE SAN PANTALEÓN


UN OLVIDO COLECTIVO: LA ANTIGUA PROMESA RELIGIOSA A SAN PANTALEÓN

Tristes acontecimientos familiares me impidieron elaborar en su momento el presente trabajo con el que pretendía dar a conocer, lo más próximo a su festividad, el Voto solemne que realizaron los vecinos de Villamayor de Calatrava en honor del glorioso Mártir San Pantaleón a finales del primer tercio del siglo XVII, siendo Felipe IV rey de España, de Portugal y de las Indias (1.610-65). Hoy, recuperado el ánimo, inicio de nuevo mi labor informativa con la que trato, de un lado, justificar el por qué de este tipo de promesas religiosas en zonas eminentemente agrícolas y ganaderas - el caso de Villamayor- y, de otro, dar a conocer el texto del viejo documento que ha motivado la presente colaboración periodística y su posterior conmemoración.

Ya estaba iniciada la primavera cuando llegó la fecha que, previamente y por unanimidad del vecindario, se había fijado para realizar públicamente la mencionada promesa solemne. La época, ideal. Los campos y ganados estarían cargados de esperanza, siempre que la Naturaleza fuera generosa y sus efectos positivos. Pero, a veces, estas circunstancias no eran las deseadas, sino que, por el contrario, hacían acto de presencia las calamidades públicas: peste, mortandad, rabia, plagas, langosta, sequía, etc., que tenían su incidencia en la economía de subsistencia de la vida colectiva del pueblo que las padecía, tanto los individuos como las cosechas o ganados. Es por ello que, durante aquellos lejanos siglos, en un ambiente de mínima formación científica y de escasas posibilidades médicas, es decir, de impotencia del hombre ante la Naturaleza, sólo le quedaba la invocación a la Divinidad. Y así, de manera colectiva y solidaría se imploraba la protección de la Virgen, en sus diferentes advocaciones, o del Santo Abogado de la desgracia correspondiente para que intercediera ante Dios Padre e hiciera el milagro de remisión o desaparición del azote de la plaga o epidemia que se sufría. Este es, en resumen el origen de los "Votos de Villa" que se han hecho, a través de los tiempos, en multitud de pueblos de España.
Villamayor, aquel día primaveral del mes de abril, se vestía de fiesta y todos sus hombres, a primeras horas de la mañana, se irían concentrando y formando corrillos al abrigo de la torre y de los altos muros de la puerta sur de la antigua Iglesia Parroquial en donde no sopla el aire fresco que en todas la épocas del año baja del Cerro del Tesoro. La mayoría de las mujeres, como es costumbre en la actualidad, pasarían directamente a la Parroquia. Allí concluidos los tres toques de campana, todos los conciudadanos, presididos por las autoridades locales, oirían la Santa Misa que debió oficiar el Ldo. Joan Sánchez de Urueña, cura propio de la Villa. Finalizada Ésta, los asistentes, en auténtica armonía, se fueron trasladando a la Plaza Pública donde se encontraba el edificio del actual Ayuntamiento, al que accedieron hasta la Sala Capitular. Ocuparon sus estrados los dos Alcaldes ordinarios de la Villa, que ostentaban la presidencia del acto que se iba a. celebrar; el Regidor; el Sacerdote y el Escribano. Éste por orden del Alcalde del estado noble, dio lectura al documento por el que se instituía públicamente el referido Voto, cuyo texto figura inscrito en el Libro de Bautismos (1.610-1655), folios 165 Vto. 166 y 166 Vto. del. Archivo de la Parroquia de "Ntra. Sra. de la Visitación" de este localidad y que copiado literalmente, dice así:

"Boto del glorioso Mártir San Pantaleón Fº por la langosta año 1.633".- "En la villa de Villamayor del Campo de Calatrava en seis días del mes de abril de mil y seiscientos y treinta y tres años, el Lcdº. Joan Sanchez de Urueña, cura propio desta villa y el que (concejo), Justª y Regimytº. de la y por él Brmé. De Villaquirán y Pº Muñoz, alcaldes ordinarios y Juº de Herrera, Regidor, juntos y congregados en su cabildo y Ayuntamiento, según lo han de uso y costumbre siempre que se ofrecen cosas tocantes al servicio de Dios Nuestro Señor y bien y por común de esta villa y conservación de sus vecinos. Por sí y en nombre de los demás oficiales del dicho que, por quien prestaron voces y caución de Rato en forma y así, juntos y congregados, dijeron que por nuestros pecados y miserias Nuestro Señor, a amenazado y amenaza esta provincia con algunas plagas y en especial con la de la langosta, de tal forma que está acabada y a punto de nacer en estos términos una infinidad de langosta y se han procurado remedios para destruirla y acabarla y se ha experimentado que el poder humano no es bastante y así como cristianos de un acuerdo y parecer acudiríamos a pedirle remedio para esta plaga, y se ha conjurado la dhª langosta por religiosos de buena vida y para ganar la gracia de Nuestro Señor se ha impetrado auxilio de la Virgen María, Su Madre, señora nuestra, y del glorioso Mártir Señor San Pantaleón, a quien han tomado por patrono y abogado para que ante el divino acatamiento interceda por Vuestra y pida su Magtad. la libre a ella y a sus vecinos de esta plaga y tienen por cierto mediante les ha servirle al dicho Santo mártir con holgar su día que a Vte. y siete días de julio de cada un año Pª. siempre jamás como el día Santo del domingo, ellos y los descendientes de todos Pª. siempre jamás, celebrando la dicha fiesta como fiesta de Voto y Patrono de esta villa con primeras y segundas vísperas solennes, misa mayor y procesión general por las calles acostumbradas y haciendo otras demostraciones de fiestas y alegrías de forma que Nuestro Señor y el dicho glorioso mártir sean servidos y esta villa se muestre agradecida. Y para que esto pudiera tener efecto hicieron tocar a cabildo abierto en las casas de cabildo donde se juntaron la mayor parte de los vecinos de esta villa de todos grados y calidades y se fue por toda ella a calle hita tomando los votos y pareceres de hombres y mujeres y niños capaces en edad y entendimiento, y estando juntos y recibidos los dichos votos, todos juntos de un acuerdo y parecer unánimes y conformes dijeron que hacer voto y promesa a Dios Nuestro Señor y a su Santa Madre, la Virgen María, Ntra.Sra. y a los Santos Apóstoles San Pº y San Pablo solecnemente de holgar por ellos y sus hijos y herederos y sucesores. Para siempre jamás de holgar con fiesta de domingo y voto solemne con las demostraciones de fiesta, misa solemne, vísperas primeras y segundas y procesión general el día del glorioso mártir San Pantaleón, que como queda dicho es a Vte. y siete julio de cada un año sin quebrantar dicha fiesta Voto, sopena de perjurios y de incurrir la ira de Ntra. Señora y del dichoso glorioso Santo a quien pidieron reciba este servicio que esta Villa le hace y interceda ante el divino acatamiento para que la magtad. de Dios sea servido perdonarles sus pecados y librarles de esta plaga de langosta y de otras plagas y castigos. Y debajo de esta unidad u conformidad decretaron que en el dicho día de San Pantaleón, Pª. siempre jamás, dos personas principales de esta villa por las casas y procesión se pida limosna Pª. pagar la misa y procesión y vísperas y de lo de más necesidad a la celebración de la fiesta de dicho Voto y esto se observe y guarde inviolablemente pª. siempre y así lo decretaron y firmaron los que supieron de todo lo cual doy fe y que se hizo en mi presencia: Joan Sanchez de Urueña; Bmé. De Vª quirán: Pº Muñoz; Joan de Herrera; Thomás de Andicana; Alonso de Vª quirán; Pº de Massa Osorio; Pº de Massa Arciñega; Juan Benitez; Juan López; Gabriel Sánchez, Bmé de Serna; Juan Cascado; Diego Sánchez Navarro; Martín gómez; Herdº. Sánchez; Xpbal de Mora, Ante mí, Francisco Ruiz Velázquez, Rubricado.".

La excepcional minuciosidad del documento transcrito me ahorrará todo comentario. No así lo referente a ala sucesiva conmemoración del Voto. La fe y devoción a San Pantaleón de aquellos primitivos oferentes arraigaron de tal manera en la localidad que hicieron posible su celebración anual y lograron, así mismo, transmitir esta tradición a las sucesivas generaciones para que continuaran conmemorándolas. Así por la respuesta número 25 dada por la Justicia y Peritos al interrogatorio del marqués de la Ensenada en 5 de julio de 1751, es decir, ciento dieciocho años después, se sabe que todavía continuaba conmemorándose al responder "que los gastos que se satisfacen por esta villa de su caudal de Propios son a saber:... 268 rls. de cuatro fiestas por voto hace esta villa...; otra al Sr. San Pantaleón el día veintisiete de julio por abogado de la langosta...". Desde entonces y hasta la fecha ignoro cuándo y por qué dejó de conmemorarse este Voto solemne. En cualquier caso, si fue por relajación de la fe y de las costumbres o por decisiones políticas, levanto mi voz para decir: ¡Triste acontecimiento!.

Si es cierto que la devoción colectiva enfervoriza y acrecienta la fe de los creyentes, me atrevo a sugerir, a quien corresponda, ¿sería posible recuperar en la actualidad la celebración de esta promesa religiosa, hoy olvidada? Dicho esta, Vale.
Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el diario "Lanza" el martes, 25 de agosto de 1998, en su página 4.

LIBRO DE ORO 1958






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HIMNO A VILLAMAYOR






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23 octubre 2006

LA CANDELARIA



LA CANDELARIA, UNA FIESTA RELIGIOSA EN VÍAS DE RECUPERACIÓN

El año litúrgico o eclesiástico, dividido, como es sabido, en tres ciclos: Navidad, Pascua y Pentecostés, comprende la serie ordenada de fiestas religiosas que se celebran a través del año civil. El segundo ciclo o de Pascua suele comenzar el día 2 de febrero, festividad de la Purificación de Nuestra Señora, conocida también con el nombre popular de "La Candelaria". En este día la Iglesia Católica recuerda que al cumplirse el tiempo de purificación de la Virgen, es decir, a los cuarenta días después del parto, según la Ley de Moisés, la Virgen y San José llevaron a Jesús al Templo para presentarlo al Padre, como está escrito en la Ley del Señor: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor" y para ofrecer en sacrificio "un par de tórtolas o dos pichones", conforme a lo que se dice en la Ley del Señor, y , asimismo, recuerda la primera entrada de Cristo - la luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo de Israel- en el Templo de Jerusalén.

Villamayor de Calatrava, pueblo creyente y muy devoto de la Santísima Virgen, desde muy antiguo vino celebrando con toda solemnidad esta festividad, Sin embargo en el transcurso de las últimas décadas, dejó de celebrarse, aunque, en honor a la verdad, debo decir que desde el año pasado se encuentra en vías de recuperación, gracias a la buena disposición del vecindario y al deseo y esfuerzo personal del Sr. Concejal de Festejos, quienes, en definitiva, aspiran a incorporar de nuevo esta tradición al patrimonio festivo-religioso de la Villa.

Atrás quedan aquellos tiempos de nuestra infancia en que cada año, el día primero del mes de febrero, víspera de La Candelaria, era una fiesta para la chiquillería local. En esa fecha la mayoría de los niños varones con edades superiores a los seis u ocho años hacíamos "novillos", es decir, no asistíamos al Colegio. Nos reuníamos todos en el lugar y a la hora fijados la noche anterior, provistos de nuestro correspondiente cencerro, campanillas o cencerras atados a la cintura, y capitaneados por mi querido, ya fallecido, amigo y compañero en el Magisterio, José Quejigo Espinosa, empezábamos a dar la "Cencerrá". Esta consistía en recorrer todas las calles y plazas del pueblo para anunciar al vecindario, con el tosco tañido de nuestros cencerros, la proximidad de la festividad de La Candelaria. Al llegar a las esquinas estos instrumentos musicales enmudecían y era entonces cuando se establecía en voz alta, mejor gritando, un diálogo entre el "Jefe", que preguntaba, y los que le acompañábamos, respondiéndole con el mismo tono de voz. Éste era, texto:

"¿Quién se casa?
¡La Candelaria!
¿Con quién?
¡Con San Blas!
¿Qué le van a regalar?
¡Una bacinilla para mear!"
.

Después, al grito unánime de ¡¡Que siga la cencerrá!! Iniciábamos de nuevo la marcha hasta llegar a otras esquinas donde se repetían las mismas frases. Así hasta la hora del mediodía, que nos retirábamos a nuestros domicilios para reponer fuerzas e inmediatamente, en pandilla, trasladamos al Cerro del Tesoro o del Aljibe donde nos dedicábamos a encender lumbres de leña seca; subir y bajar por la Escalerilla de los moros; montar en la camioneta (figura imaginativa labrada por la erosión en una peña del lugar); cantar y jugar en los rasos existentes cerca de la Algibe; beber agua en ese manantial natural, ... y al final, cortar leña del monte para bajarla en haces a la Glorieta de la Iglesia, donde por la noche encendíamos nuestra propia y modesta lumbre o "candelicio", pero, eso sí, allí no había dulces ni aperitivos ni bebidas. Imperaba, pues, el ayuno y la "ley seca". ¿Por qué sería?. No ocurría lo mismo en aquellos otros candelicios que, cada año, por oferta a la Virgen, "echaban" distintos vecinos de la localidad. Independientemente de los gastos, que de por sí, eran cuantiosos, el cumplimiento de esta promesa religiosa exigía a los miembros de la familia oferente gran dedicación y trabajo si se quería obtener el éxito deseado. Así que el cabeza de familia, ayudado por sus hijos varones, amigos y familiares, tenía que dedicarse a transportar ramas y troncos procedentes de la poda de los olivos y encinas o la leña previamente extraída de las matas y arbustos que cubren los zonas montuosas del término municipal, y que iba apilando en la puerta de su domicilio para ser quemada esa misma noche en el centro de la calle, donde era ubicado el candelicio. También era el encargado de hacer abundante "limoná" y de tostar garbanzos, almortas y habas que habían de servir de aperitivo durante toda la noche a los asistentes. La esposa, igualmente ayudada, era la encargada de hacer los dulces o frutas de sartén: rosquillos, barquillos (allí los llamamos bartulillos) y flores con los que se obsequiaban a los invitados y a todo aquél que lo deseara. Tanto las bebidas como los aperitivos y dulces eran colocados en el patio o habitaciones situadas al fondo de la casa para evitar tropiezos y molestias. Todo preparado y llegada la hora de iniciar el cumplimiento de la promesa, el padre o su representante abría de par en par las puertas de su domicilio (señal inequívoca de que con ello, esa noche, ofrecía su hospitalidad y el buen deseo de poder invitar a todas las personas que visitaran su casa) y a continuación se dirigía lentamente, en silencio, y con devoción - quizá para dar las gracias a la Virgen por haber atendido sus peticiones- al lugar donde estaba situada la hoguera o candelicio para prender el fuego. Con ello, la fiesta acababa de comenzar. Esa noche el mocerío bullía sin cesar por todas las calles para visitar cuantas luminarias había; degustar la limonada con los aperitivos que eran ofrecidos y divertirse dando o recibiendo "pimporros", costumbre típica de la localidad que consiste en agarrar por los hombros - tal y como recoge la instantánea- a otra persona de distinto sexo, proporcionándole, por sorpresa, un golpe ¿suave? con la rodilla en su trasero. Si te descuidabas también lo podías recibir de las mujeres casadas y viceversa. De ahí que todos procurábamos estar de espaldas a la pared. Lo más comprometido era pasar por el portal de la casa, en el que, de igual modo, estaban las mozas y casadas preparadas para el asalto si es que te arriesgabas a llegar hasta el lugar del ágape. Esta costumbre atraía a muchos forasteros.

La liturgia del día de la Purificación consistía, primeramente, en presentar a la Virgen colocada en sus andas cerca de las gradas del Evangelio, ya con el Niño en sus brazos, vestido con rajillos o traje de bautizo. En una mesa colocada al lado del Altar eran depositadas la tarta y una pareja de pichones de ofrenda, regalos que eran bendecidos por el Sacerdote antes de la lectura del Evangelio de la Misa; el importe de las papeletas vendidas para la rifa de tales regalos, y, además, en ocasiones, la recaudación en metálico era promesa personal de salir a pedir limosna a todos los vecinos de la localidad. Sobre las diez de la mañana daba comienzo la procesión de las candelas, que, previamente, eran asperjadas e incensadas por el celebrante, cuyo recorrido era alrededor de la iglesia. Lo deseable era llegar a la Parroquia con las velas encendidas, pero no siempre era así. De ahí el refrán antiguo cuyo sentido es bien conocido: Cuando la Candelaria plora, el invierno es fora; cuando ni plora ni hace viento, el invierno es dentro, y cuando ríe, quiere venire. Por último, al regreso, los fieles reunidos en torno a su Virgen del Rosario oían la Santa Misa para darle las gradas por todo lo recibido y hacerle nuevas peticiones.

Después de la Misa se sorteaban la tarta y el par de pichones para conocer quién o quiénes eran los agraciados. ¡Que siga... la tradición!. Digo yo.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Diario "Lanza" el viernes, 29 de enero de 1999, en su página 4.

SAN ANTÓN


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LA "PAÑOLA"


SANTIAGO, SANTA ANA Y UNA TRADICIÓN: "LA PAÑOLÁ"

Estamos en la plenitud de la estación veraniega. El agricultor villamayorense, que durante meses ha esperado con ilusión la llegada de estas fechas, realiza ahora los quehaceres de recolección de sus cosechas - hoy de manera mecanizada que exige, por tanto, el empleo de menos fuerza física- con la esperanza de que sus ilusiones, trabajos corporales, renuncias y sacrificios, puestos en cada una de las faenas de laboreo realizadas, se vean al final recompensadas en un porcentaje un tanto elevado que le permitan atender holgadamente las necesidades del hogar familiar y, además, disponer de los medios económicos indispensables para poder continuar ejerciendo la profesión que, por herencia o vocación, eligió en un momento de su vida.

En tiempos ya lejanos y hasta la llegada de la mecanización del campo, por razones obvias, las faenas de recolección de cereales y leguminosas eran más duraderas y, por ello, mantener en los pedazos las mieses en pie o segadas, suponía un gran riesgo para la economía del agricultor: Sin embargo, éste, que confiaba plenamente en la Providencia, cada año hacía un paréntesis en la realización de las fuerzas propias de la época para celebrar en el mismo día (no era prudente descansar dos días seguidos en plena campaña de recolección) y con toda solemnidad el 25 de julio las festividades sucesivas en honor de Santiago Apóstol, llamado el Mayor, y la de Santa Ana, esposa de San Joaquín y madre de la Virgen María, nacida en Belén.

El origen de la primera festividad citada, catalogada en la actualidad como Fiesta Nacional, se remonta al siglo XI, reinando Alfonso II El Casto, rey de Asturias y siendo Teodomiro Obispo de Ira Flavia, lugar de Galicia al que milagrosamente las reliquias del Apóstol evangelizador de España, traídas por sus discípulos desde Jerusalén. el año 42 de la Era Cristiana, después de ser decapitado en aquella ciudad por mandato del rey Herodes Agripa. El sepulcro permaneció ignorado durante siglos hasta que, por fin, gracias al testimonio de unos labriegos es localizado y en él es descubierto el cuerpo del Apóstol, a quien se proclama Patrón de los cristianos españoles. Desde entonces Compostela ha constituido uno de los centros mas concurridos de peregrinaciones y a la Ruta Compostelana, principal vía espiritual de la España católica, se le llama "Camino de Santiago".

A pesar de que la festividad de Santa Ana está establecida por la Iglesia el día 26 de julio, aquí, en Villamayor, se conmemora el mismo día que Santiago. El principio y motivo de su celebración se encuentra en la Respuesta dada a la pregunta número 51 del interrogatorio de 1575 para confeccionar las Relaciones Topográficas mandadas hacer por el Rey Felipe II a todos los pueblos de España. Los encuestados de nuestra localidad, el día primero de mayo de 1576 respondían así: "En esta Vª (villa) se guardan y celebran con solemnidad las fyestas según el calendario de la Santa Iglesia rromana y Arzobispado de Toledo y, por botos que el pueblo tiene hechos de antiguo a esta parte, se guardan por fyestas... y el dia de Señora Santana y este voto de Señora Santana se votó y fizo aora catorce años y fue desta manera: que en esta Vª ay una hermyta de Señor San Benito en una syerra allá como esta dho. (dicho); y.estava cayda y como la suvida estaba tan áspera, la Justicia de esta Vª pidió licencia a los Visitadores generales de la horden para hazerla abajo, junto al pueblo; y se dio licencia y se hizo de tapiería rrafeada hasta maderas; y todavía la gente tenía devoción de ir a la hermyta antigua questaba en la syerra, y a esta cabsa (causa) se tornó a edificar arriba la dha. Hermyta de San Benito... y la hermyta que abajo estaba comenzada se hizo suertes en presencia de los Visitadores de la horden entre tres Santas para que a la que le qupiese la botasen por Abogada del pueblo y qupo a Señora Santa Ana y asy se votó y guarda su día".

El acto principal organizado para conmemorar ambas festividades era la Misa Mayor con sermón, celebrada sobre las doce de la mañana en la Iglesia Parroquial, a la que asistían las autoridades locales y una gran mayoría del vecindario. A la salida, los fieles asistentes se reunían con sus familiares y amigos para pasear en el "Pozo Arriba" y tomar un aperitivo mientras comentaban las noticias de actualidad a los problemas propios de sus respectivas actividades profesionales.

Finalmente, quiero resaltar y dejar constancia de una hermosa tradición - hoy en desuso- que los novios, cada año, en este día, rememoraban con delicada sensibilidad como medio para reconocer en público los méritos de sus prometidas y rendirles su admiración, su respecto y su amor: "La Pañolá". Como testimonio de estos sentires y quereres, las obsequiaban con Peladillas; Almendras de Alcalá o Garrapiñadas; Saladillas y Garbanzos tostados, cuyas cantidades adquiridas les eran depositadas por los vendedores, situados en la plaza de la villa, en pañuelos (de ahí el nombre de la tradición) blancos o de yerbas, traídos ex profeso por cada una de las parejas de enamorados. Las cantidades con que eran obsequiadas las novias siempre estaban en función del poder adquisitivo de su prometido, por lo que podían ser pesadas en onzas, cuarterones o libras. Aún recuerdo las mesas rectangulares en las que, adornadas con manteles blancos, eran colocados los productos confitados y tostados para su venta por los artesanos: Bartolomé Montó (Bartolo); Tomás Montó Cárdenas; Julián Ruiz Cardenas (Bartolillo), venidos, cada año para la ocasión, de Corral de Calatrava y la de Rodiginio Aguilar (Cascabel), de Cabezarados. A todos ellos la gratitud y la memoria de este pueblo por haber contribuido a honrar a sus virtuosas mujeres.

¡Jóvenes de Villamayor!. Despertad de vuestra profunda y dilatada siesta. Poned todo el empeño necesario para recuperar esa bonita tradición y empapad de amor vuestros corazones para que las mujeres que hayáis de elegir por esposas se sientan ensalzadas. Esta es mi deseada y sincera esperanza.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Diario "Lanza" el martes, 21 de julio de 1998?, en su página 4.

SEMANA SANTA



SEMANA SANTA DE ANTAÑO EN VILLAMAYOR DE CALATRAVA

Aprovechando la oportunidad que en esta ocasión me brinda el periódico LANZA, traigo al conocimiento de sus lectores cómo se celebraba la Semana Santa en mi 1ocalidad de nacimiento en épocas pasadas, que ya empiezan a ser lejanas.

Concluido el Carnaval, inevitablemente entrábamos en otro ciclo distinto, ahora de carácter litúrgico penitencial: La Cuaresma que, como es sabido, daba comienzo con el Miércoles de Ceniza, llamado así por la costumbre de marcar la frente de los cristianos con ceniza bendecida para recordarnos la muerte y la necesidad de la penitencia. La presencia del vecindario en nuestra parroquia en este acto siempre fue masiva.

Por el periódico "EI Pueblo Manchego" (martes 15-IV-1919) se sabe que, por entonces, nuestros antepasados empezaban a materializar su fe en la Semana Santa local acompañando a la Virgen de los Dolores en su procesionar por varias calles del pueblo el Viernes de ese mismo nombre; pasando a continuación al interior del Templo para escuchar el sermón que, desde el púlpito, pronunciaba el señor cura párroco, don Ceferino Huertas. Tales actos se dejaron de realizar hace muchos años.

Nuestra Semana Santa era sencilla, daba comienzo el Domingo de Ramos, en que se celebraba la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén. Tal celebración consistía, primeramente, en la bendición de las palmas y ramos de olivo, traídos ex profeso para esta fiesta, y a continuación se organizaba la correspondiente procesión, cuyo recorrido unas veces fue alrededor del edificio de la Iglesia parroquial, y en otras se prolongaba hasta la Plaza del Ayuntamiento, desde donde se regresaba a la parroquia para celebrar la Misa Mayor. Una vez concluida ésta, tanto los ramos de olivo como las palmas eran portadas por los fieles a sus respectivos domicilios para adornar sus balcones y ventanas y dar así testimonio de su calidad de creyentes.

En Jueves Santo se recordaba en la Misa la Institución de la Eucaristía, el sacerdocio y el lavatorio por Jesús de los pies a sus discípulos. El sacerdote practicaba, igualmente, en el momento propio de la Misa el rito de lavar los pies a doce niños y, en otras ocasiones, a doce caballeros. También por testimonio de mi madre política, Doña Petra Espinosa Cardos, tengo constancia de que en alguna ocasión don Andrés Díaz Muñoz, párroco que fue de la localidad, para imitar a Cristo, conmemoró la Santa Cena invitando a otros tantos humildes "apóstoles" para compartir con ellos, en su propia casa sacerdotal, mesa y mantel, que fue adornada y servida por señoritas de la localidad. Al anochecer se iniciaba el desfile procesional ordenado de los fieles que, presidido por las autoridades eclesiásticas, civiles y militares locales, recorría el itinerario tradicional - Glorieta, calles Oscurilla, Real, Huertas y General Sanjurjo, desde donde regresaba al punto de partida- acompañando en su procesionar a las imágenes de la Virgen de los Dolores seguida de la de Jesús Nazareno.

Durante la noche de este día, los jóvenes permanecíamos expectantes, no nos acostábamos. Para ayudar al sacerdote y evitar que los grupos de fieles invitados, que por turno debían permanecer velando al Santísimo expuesto en el Monumento, no quedaran incompletos, todos los años adquiríamos el compromiso de ir supliendo, siguiendo un orden establecido de antemano, a quienes por diferentes motivos no podían asistir a cumplir su turno de vela a la hora y durante el tiempo que previamente se les había fijado.

El Viernes Santo, los monaguillos eran los encargados de convocar al vecindario a toque de matraca - las campanas habían enmudecido el día anterior- a los actos litúrgicos que iban a celebrarse a primeras horas de la tarde, en 1a parroquia: Santos Oficios, Comunión y Adoración de la Santa Cruz. Más tarde se acompañaba en su procesionar por el itinerario de costumbre - ahora en sentido contrario al del día anterior- a las imágenes de la Virgen de los Dolores, custodiada por un grupo de mujeres ataviadas con peineta, mantilla almagreña negra y vestido de color oscuro; la de Jesús Caído, y en último lugar la de Cristo Yacente, escoltada por miembros de la Guardia Civil con uniformes de gala. Merece recordarse la Hermandad de Jesús de Nazaret, hoy desaparecida, cuyos componentes, vestidos con túnica y capirote de color morado, zapatos y cordones amarillos ceñido a la cintura a modo de cíngulo, daban mayor relevancia y brillantez a los defiles procesionales.

Traemos a la memoria el recuerdo de destacadas personas que, con estilo y buen gusto, cautivaban la atención de los fieles entonando devotas saetas a las imágenes que procesionaban estos días por los recorridos mencionados. Entre aquéllas figuraban: Francisco (Frasco) Hervás Martínez; Estefanía y Manuela Martín Rodríguez, hijas de Eulalia Rodríguez; Concha Hervás Cano; Cleofé Muñoz Martín: Ramón Rodríguez Mora y Vicente Martín Rodríguez. Igualmente, una mención especial merece la Banda de Música de la localidad que, desde antiguo, ha participado en las marchas procesionales interpretando piezas musicales propias para estas fechas. Entre ellas pueden citarse los títulos de: Piedad, Ultimo Suspiro, Hermanos costaleros, Santísimo Cristo, Nuestro Padre Jesús, Sueño Eterno. Descanse en Paz...

Durante estos dos días la gastronomía consistía principalmente en: Potaje de garbanzos con espinacas y bacalao: pescado frito o en salsa; tortillas de patata y de masa; bacalao rebozado o en escabeche, y de postre, torrijas, natillas o arroz con leche.

La noche del Sábado Santo se celebraba la Resurrección de Cristo y en la Misa de Vigilia Pascual era cuando el sacerdote bendecía el agua, de la que parte de ella era depositada en la pila bautismal para el uso de la Iglesia, y el resto se repartía entre los vecinos, con la que éstos rociaban sus casas para bendecirlas.

El Domingo de Resurrección, por la mañana muy temprano, el vecindario asistía al desfile procesional que cerraba la Semana de Pasión de Villamayor: El Encuentro, en que la Madre, tocada con mantilla negra, va en busca del Hijo resucitado. Para esta celebración católica salían de la Parroquia dos procesiones: Una de ellas integrada solo por la feligresía juvenil, procesionaba la imagen del resucitado por la calle Oscurilla y la otra, formada por hombres y mujeres acompañados por el sacerdote y las autoridades locales, llevaban en andas por las calles Iglesia y Real (dirección Almodóvar) a la Santísima Virgen del Rosario. De mi niñez recuerdo que ambas imágenes se hacían coincidir en la calle Real, en el espacio situado entre las viviendas de Ignacio Valeros y Bernardo Cano Carretero, y años más tarde, antes de dejar de procesionarlas, que ya hace más de un cuarto de siglo, en la confluencia de las calles Real y Oscurilla, en la solana de la vivienda de Angeles Cano Rodríguez, momento que queda inmortalizado en la fotografía que ilustra esta colaboración periodística. En el momento del Encuentro la Banda de Música interpretaba el Himno Nacional, a continuación el sacerdote incensaba ambas imágenes y la camarera de la Virgen la despojaba de la mantilla negra que llevaba puesta. A continuación, con Jesús Resucitado colocado en primer lugar, seguido de su Madre, se organizaba nuevamente la procesión para llegar todos a la Parroquia y oír la Santa Misa.

Como anécdota debo decir que al concluir la procesión, era costumbre colgar en un árbol de la Glorieta un pelele, confeccionado con ropas de hombre y rellenas de hierba (palomilla), para recordamos cómo acabo con su vida el discípulo traidor, Judas lscariote. A la salida de Misa el muñeco era objeto de burla y escarnio hasta que poco a poco al ser manteado se iba deshaciendo. Unas veces se le canta: "El pelele está malo/ qué le daremos/ caldo de caracoles/ para que críe cuernos". Otras era manteado al compás de "Arriba pelele/ tu madre te quiere/ y tú también/ ¡arriba con él!".

Las tradiciones aquí relatadas deben servir para animarnos a continuar viviendo el espíritu de la Semana Santa, no el de las escenificaciones, como tales, sino con el recogimiento de la oración con Dios que nos hará no perder el rumbo.


Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Diario "Lanza" el viernes, 24 de abril de 1998, en su página 4.

LA NAVIDAD

¿CÓMO PREPARABA VILLAMAYOR LA LLEGADA DE LA NAVIDAD?

El paso del tiempo y los sucesos que conforman la Historia son los responsables de los destinos de las tradiciones. La desaparición, desde hace más de cuatro décadas, en Villamayor de Calatrava, de las "Misas de Gozo", "Misas del Alba" o "Misas de la Virgen" son un ejemplo de ello. Esta costumbre consistía en la celebración de una Misa cada uno de los nueve días antes de la de Navidad, más conocida como la "del gallo".

Investigando el origen de esta tradición religiosa encontramos en las páginas 17 y 88 del número 70 de la Revista Castilla-La Mancha dos posibles significados a esta celebración. De un lado se dice que simbolizan los nueve meses de gestación del niño Emmanuel; de otro las jornadas de San José y la Virgen María hasta que llegaron a Belén. Consultando el tomo del mes de diciembre de la publicación "Año Cristiano o Ejercicios de Votos para todos los días del Año" del 1818, escrito por Juan Croisset, de la Compañía de Jesús, hallamos una referencia a una celebración de la Iglesia que puede tener una gran relación con la tradición que en Villamayor de Calatrava se guardaba y que estamos comentando. Dicha publicación alude a la realización de ocho misas, a primera hora de la mañana, que comenzaban el día de la Fiesta "de la O", Fiesta de la Expectación de la Virgen, el día 18 de diciembre, y terminaba con la "Misa del gallo", el 25 diciembre. A esta celebración era común que acudieran todas las mujeres que en aquella época del año estuvieran en cinta. El nombre de "O" proviene de las Antífonas realizadas a la Virgen, que todas comienzan por "O" (O radix Jessé, O sapientia, O oris Splendor...).

De una reciente entrevista realizada a Rosa Rodríguez Velasco hemos podido obtener valiosa información de cómo se realizaban los actos en Villamayor de Calatrava:

Tras los tres toques de las campanas de la torre de la Iglesia, en torno a las seis o seis y media de la mañana del 16 de diciembre, daba comienzo la primera de las Misas. Los jóvenes que acudían a la celebración se dirigían al Templo cantando para despertar al vecindario. Durante el novenario, gentes de todas las edades, incluidos muchos gañanes, iniciaban cada Eucaristía con el siguiente canto:

"Nueve son tus misas,
Virgen del Rosario;
nueve son tus misas,
diez con la del gallo".

Tenemos conocimiento de que hace más de 70 años la Imagen de la Virgen era vestida, para la ocasión, de Pastora por parte de Segismunda Rodríguez Molina y sus hijas María, Concha y Rosita. De este modo la Virgen, sin el Niño Jesús en sus brazos, era colocada en un lado del Altar Mayor, bajo un dosel de colores blanco y azul del que pendían unas campanillas de plata y copos de nieve que eran motas de algodón. El día de la Candelaria, 40 después del Nacimiento de Jesús, se le colocaba de nuevo el Niño en brazos de Su Madre vestido con rajillos.

Aunque en los últimos años que se celebraron estas Misas ya no se cantaba en ellas, sí podemos constatar que previamente durante varios años el último Sacristán que tuvo la Parroquia, Manuel Martín-Grande, cantaba durante la celebración eucarística tocando el armonium que poseía la Iglesia de Villamayor de Calatrava.

Como datos curiosos que rodearon la historia de este acontecimiento podemos señalar que, durante una época, la primera Misa era tradición que fuese costeada por Luisa Velasco, esposa de Cesáreo Cardos. Asimismo, los toques de las campanas que anunciaban el primer día del Novenario fuesen realizados por Fausto Bermejo, en acción de gracias por ser ese el día en que celebraba su cumpleaños.

Tras el acto litúrgico los asistentes se dirigían unos a sus domicilios; otros, sobre todo los jóvenes, en grupos, a casa de alguna amistad donde desayunaban tortillas de masa. y chocolate.
Esta tradición religiosa terminaba con la llegada de la Navidad y la celebración de la "Misa del gallo". Por cierto, según hemos podido leer en el número 70 de la Revista Castilla-La Mancha, el Cronista Oficial de la Provincia de Toledo, Luis Moreno Nieto, dice que la costumbre de la "Misa del gallo" nació en Toledo. Este cronista alude a un documento del siglo XII del qué no se conoce su autor que relataba: "en la comarca de Toalitola, al ser llegada la noche de Navidad de Cristo, castigan a los gallos en recuerdo de su canto la noche del Pretorio retorciéndoles el pescuezo. Luego los llevan a las iglesias, porque los nazarenos tienen a grave pecado comer del gallo traidor". Moreno Nieto alude al historiador Amador de los Ríos que dice que según uno de esos códices toledanos que empleó el anónimo autor, al que nos hemos referido antes, fue en ese siglo cuando se inició la costumbre de asistir aja Misa de medianoche el día de Navidad.

En definitiva, la Navidad es un Fiesta tan importante que necesita de una buena preparación para vivirla intensamente. Desde antiguo han sido muchas las formas para ello, como acabamos de ver. Éstas se han ido modificando con el tiempo pero la piedra angular que sostenía a todas ellas no ha variado: El Nacimiento de Jesús. Acontecimiento impresionante que nos acerca a nuestro Dios que siempre está con nosotros pero que en estas fechas lo hace de un modo muy especial, naciendo en un pesebre, junto a la gente humilde. Esto nos debe servir como ejemplo para que nos preparemos a vivida Navidad con toda la alegría del mundo pero con sencillez, en familia, no dejándonos llevar por los actuales cantos de sirena consumistas.

Publicado por Juan Antonio Callejas Cano en el Diario "Lanza" el miércoles, 16 de diciembre de 1998.

DOMINGO DEL ROSARIO´ 98


Si hay una fiesta importante en Villamayor de Calatrava, esa es la del "Domingo del Rosario". Se celebra el primer domingo de octubre de cada año. El 4 de octubre ha tenido lugar este acontecimiento que es punto de encuentro de todos los hijos de Villamayor, por muy lejos que se encuentren del pueblo.

Los actos dedicados a la Virgen del Rosario han comenzado el 25 de septiembre, nueve días antes de dicho domingo, durante los que ha tenido lugar la tradicional Novena en honor a nuestra Patrona. A las siete y media de la tarde han comenzado, con el repicar de las campanas, el primero de los tres "toques" que avisan del inicio del acto a los ocho de la tarde. El rezo del Santo Rosario y la celebración de la Eucaristía de cada jornada del novenario han estado dedicados por una intención que, por orden, han sido: "Por todo el pueblo", "Por los jóvenes", "Por la paz en el mundo", "Por los niños", "Por las Misiones y el Tercer Mundo", "Por los difuntos", "Por los enfermos y ancianos", "Por los Matrimonios" y "Por los ausentes". El día dedicado a los matrimonios es de resaltar el entrañable homenaje que se realiza a aquellos que cumplen sus bodas de plata o de oro. Este año por las de oro lo han recibido los matrimonios formados por José Palomo García e Isabel Zapata Monescillo; Hilario Palomo García y Martina Rodríguez Hervás; Paz Rodríguez Martín y Avelina Coronel Serna, y por las de plata el formado por Alberto López Cabello y Alberta López Palomo. Desde la carroza, colocada al lado del Altar Mayor, junto a la puerta de Su nueva capilla, la Virgen ha podido observar la masiva participación de sus hijos en la Novena, aunque debemos señalar que el Templo casi lo llenaban únicamente mujeres. Muchos asistentes, además, han buscado y recibido el Sacramento de la Confesión, tan importante. Cada día de la Novena termina con el canto de la Salve a la Virgen del Rosario. La noche del último día de Novena se realiza un espectáculo pirotécnico-musical. La quema de fuegos artificiales, este año traídos de Almagro, se alterna con la interpretación de diversas piezas del repertorio de la Banda Municipal de Música.

Los nubarrones con los que ha nacido el primer domingo de este mes de octubre no han asustado a los vecinos de Villamayor que se han echado a la calle con las primeras luces del día. Eran las siete y medía de la mañana cuando se inició el rezo del Rosario de la Aurora. Acto precioso por su fondo, pero también por su forma ya que, los que participan, realizan el rezo del mismo cantando, con una melodía muy sencilla pero bellísima. Una vez finalizado el Rosario las mujeres del pueblo "armadas" con escobas y cepillos barren la gran Glorieta a la que da la fachada sur de la Iglesia y en la que es costumbre se celebre la Eucaristía del día. Hecha la limpieza se procede a sacar los bancos de la Iglesia y colocados en tres filas enfrente de la puerta principal del Templo, desde donde la Virgen presidirá la Santa Misa que se celebrará a Sus pies. El Sol, pese ser invitado perpetuo, ha olvidado su compromiso de asistencia a la celebración de este año, que fue acompañada de una meteorología desapacible que hizo que los bancos regresaran a la Iglesia, donde se celebró la Santa Misa.

La Banda de Música, junto con los miembros de la Junta Directiva de la Hermandad y las Autoridades Municipales se dirigieron a recoger al Hermano Mayor saliente y al entrante a sus respectivas casas. Después, todos juntos, pusieron rumbo a la Parroquia. Tras su llegada comenzó, a las doce del mediodía, la Santa Misa con el acto de traspaso del cetro de Hermano Mayor. Angel Hervás Martín se lo entregó a José Chacón Martín, quien dirigirá la Hermandad durante los próximos doce meses. Este año la Eucaristía ha sido presidida por el nuevo párroco, D. Raúl, y ha concelebrado D. Luis María Arias Rubio, quien fue párroco de Villamayor desde julio de 1.952 a julio de 1.955. El Templo estuvo repleto y muchos asistentes tuvieron que quedarse fuera: Al término del acto religioso la Hermandad invitó a todos los asistentes a un aperitivo.

Los actos de este año en honor a la Virgen del Rosario han finalizado con la Procesión de la Patrona por las calles del pueblo acompañada por los vecinos y los muchos hijos de Villamayor que residen fuera. El tiempo fue de nuevo protagonista y la Virgen tuvo que ser protegida con un impermeable para evitar que la lluvia dañara la Imagen y el precioso manto que vestía. Una enorme participación de fieles ha marcado este acto. Fue muy bonito el gesto que tuvieron seis mujeres del pueblo que, vistiendo la tradicional mantilla española, acompañaron durante el recorrido a nuestra Patrona. Sería bueno que el año que viene aumentara el número ya que es un símbolo de distinción y respeto a la Madre de Dios. La Virgen al llegar de nuevo al Templo cruza el umbral de la puerta principal mientras el Himno Nacional es interpretado por la Banda Municipal de Música que ha acompañado a la Patrona durante todo el recorrido. El acto concluye con la Glorieta y el cielo inundados de colores y estruendo producidos por la quema de fuegos artificiales ofrecidos a nuestra Alcaldesa Honoraria y Señora.

En definitiva, Villamayor acaba de honrar a la Virgen. Como nuestro párroco D. Raúl nos recordó en la hoja parroquial Comunidad Cristiana, en este año de preparación al gran Jubileo del año 2000, año dedicado al Espíritu Santo, la figura de María es clave: Ella fue "llena de Espíritu", la "llena de Gracia", Ella fue la mujer de la esperanza, Ella fue la Madre de la Iglesia en Pentecostés. ¡Viva la Virgen del Rosario!.

Publicado por Juan Antonio Callejas Cano en el Diario "Lanza" el jueves, 8 de octubre de 1998 en su página 4.

EL CEMENTERIO


EN EL CEMENTERIO, UN LUGAR DE ENCUENTRO CON NUESTROS DIFUNTOS

Cada año, con la llegada de los dos primeros días del mes de noviembre, los nacidos en Villamayor de Calatrava, desde antiguo, hemos predispuesto nuestro ánimo para celebrar la Fiesta de Todos los Santos (1º de noviembre) y, al día siguiente, la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, siempre, claro está, que las obligaciones de trabajo lo permitan, en especial, a aquéllos que en la actualidad tenemos nuestra residencia fuera de esta Villa, en la que nacimos y a la que llevamos en lo más profundo de nuestro corazón.

En la primera de estas Fiestas, por precepto eclesiástico, se oye la Santa Misa para dar gracias a Dios por los dones recibidos, al tiempo que veneramos con júbilo la gloria de aquellos hermanos nuestros que lograron alcanzar la eterna bienaventuranza.

Concluida Aquélla, viene siendo habitual que, especialmente, las mujeres lleven (si no lo han hecho antes) las flores naturales al cementerio para adornar las tumbas donde yacen sus seres más queridos, a la vez que colocan allí mismo, las farolas, mariposas, o velas, que han de lucir permanentemente hasta la tarde del día siguiente.

Desde antiguo se sabe que el Ayuntamiento viene costeando cada año los gastos originados por la limpieza del terreno y el enjalbegado de las paredes de aquel recinto sagrado, aunque bien es verdad que el vecindario ha colaborado manualmente siempre que se le ha solicitado, sobre todo, en la limpieza de las tumbas y en el encalado de las zonas que.ocupan sus, respectivas propiedades.

A primeras horas de la tarde la mayoría de los vecinos y de los que hemos venido para la ocasión, siguiendo la tradicional costumbre, visitaremos el cementerio con la imagen de nuestros antepasados en el recuerdo, pues, no se olvide: un pueblo que no ama, a sus muertos no es pueblo culto. Allí observaremos que las faenas de limpieza realizadas, junto con la policromía de las flores llevadas ex profeso y colocadas en los panteones, capillas, lápidas o en la tierra, hacen. que el Campo Santo nos ofrezca una extraordinaria belleza artística, cuyo deleite nos invita a permanecer en él hasta el anochecer, espacio de tiempo que aprovecharemos para visitar las tumbas de nuestros padres, familiares más próximos y amigos en las que, además de dedicarles con cariño nuestras oraciones, conversaremos con ellos en silencio para contarles las particularidades de nuestra vida y la de los miembros de nuestra familia más intima en el último año; pidiéndoles, asimismo, su ayuda e intercesión ante el Altísimo para que continúe derramándonos Su gracia hasta que llegue el momento de reunimos con todos ellos.

Atrás quedan aquellos tiempos en que, como monaguillos de la Parroquia, revestidos con sotana negra y roquete blanco ayudábamos en las funciones propias de esos días. Como quiera que éramos suficientes miembros, nos dividíamos en dos grupos: uno de ellos permanecía en la torre de la Iglesia hasta llegada la noche del primer día, interpretando con el reiterado tañido de las campanas el característico toque de "doblar" o "tocar a muerto". El otro grupo, durante igual tiempo, acompañaba a D. Ismael Cózar Trujillo y a D. Manuel Martín-Grande Morales, párroco y sacristán, respectivamente, al cementerio, cuyos componentes, además de llevarles los ornamentos sagrados, el acetre con agua bendita y el hisopo, les ayudaban en la aplicación de los responsos - rezados o cantados- que eran dedicados a los difuntos 'de los familiares que se los solicitaban, por cuyo servicio recibía el sacerdote una cantidad que ha ido variando a través de los tiempos. Al día siguiente las funciones eran distribuidas en sentido inverso. Ni que decir tiene que durante estos días nuestra asistencia a tales ritos era; totalmente asidua, toda vez que de los ingresos recaudados por el Sr. Cura recibíamos, al final, una excelente "paga extraordinaria" que venía a aliviar nuestras precarias economías infantiles.

El día de Todos los Fieles Difuntos, el sacerdote y sacristán volvían nuevamente acompañados al cementerio en el que continuaban aplicando los responsos por las almas de otros finados que no fueron atendidos el día anterior. Ignoramos por qué causa esa antiquísima costumbre de decir responsos en el cementerio fue cayendo progresivamente en desuso hasta su total desaparición en la actualidad. A pesar de ello, nunca se ha olvidado la realización en este día de otros actos litúrgicos en honor de las almas de los que reposan en el referido lugar sagrado. Así, hubo una época en que se salía de la Parroquia en procesión rezando el Santo Rosario y de ésta manera, caminando por la carretera de Caracuel, se llegaba al cementerio, donde se concluía el mencionado rezo y daba comienzo la celebración de la Misa de réquiem, que era seguida por todos los fieles allí presentes venidos desde Villamayor o de otras localidades. En la actualidad se mantiene solamente la costumbre de ir todos los sábados o domingos del mes de noviembre a rezar allí el mencionado Santo Rosario. Últimamente, y como quiera que no todos los días de la semana hay Misa diaria en la Parroquia, se ha puesto en práctica celebrar todos los miércoles y sábados del referido mes una Misa de Difuntos, que es aplicada sucesivamente por las almas de los fallecidos que residieron en las diferentes calles de la Villa. Así es como se celebraba y celebra este día en Villamayor desde que fue construido el primer patio del cementerio actual en el año de 1912. ¡Lástima que no hayamos podido saber cómo era esta celebración cuando los enterramientos se realizaban dentro del Templo Parroquial o en los terrenos que lo circundaban!.

¡Ah! Recordemos por último que un dulce típico de estos días eran los nuégados, elaborados con nueces, cañamones y trigo tostados, que después eran mezclados al fuego con azúcar y miel, haciéndose con la pasta resultante una torta, que una vez enfriada se hacía trozos para distribuirla y comerla cuando apeteciera.

Mantengamos nuestra fe; celebremos esta hermosa tradición y ¡Paz a los muertos!.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez y Juan Antonio Callejas Cano en el Diario "Lanza" el domingo, 1 de noviembre de 1998 en su página 4.

EL CARNAVAL

RECUERDOS DE MI AYER: EL CARNAVAL



Villamayor es un pueblo con arraigadas costumbres carnavaleras y ya desde antiguo ha celebrado, a pesar de estar prohibidas durante ciertos periodos históricos, estas fiestas con comparsas de máscaras, murgas, estudiantinas y bailes. Así recordamos cómo los días que duraba esta fiesta, las mujeres, jóvenes o mayores, ataviadas con el disfraz o disfraces confeccionados con ilusión para tal evento, salían a la calle solas o en pandilla -a veces perseguidas por la chiquillería- dando bromas a sus familiares, amigos y forasteros pronunciando dichos festivos y graciosos precedidos del conocido grito del "¡no me conoces !", abandonando el diálogo en cuanto la máscara tenía la sospecha de que empezaba a ser reconocida por su interlocutor. Las Murgas, integradas por componentes masculinos, iban con trajes alusivos al tema escogido; salían. a la calle, y aún lo hacen, el domingo dé Carnaval, y a las órdenes de su Director se encaminaban, a ritmo de pasacalles, en primer lugar al domicilio del señor alcalde, donde le saludan cantando y solicitando permiso - que siempre lo obtienen- para interpretar sus canciones en cualquier lugar de la población. Una vez obsequiados por la primera autoridad local continuaban sus visitas a las restantes y distintas autoridades locales, a los domicilios de los murguistas y a los de los amigos. En todas ellas participaban del convite que les habían preparado a base de dulces de la tierra, aperitivos y limonada. Unas figuras muy destacadas de las murgas son los "postulantes", quienes, una vez conseguido el permiso del alcalde, dan comienzo a su misión, es decir, pedir donativos en metálico para alcanzar la meta, que, por unanimidad, se habían. propuesto anticipadamente los miembros de la comparsa. Otro tipo de agrupación carnavalesca eran las Estudiantinas. Estaban integradas, en su mayoría, por jóvenes mujeres, quienes daban al grupo una enorme vistosidad tanto por sus encantos femeninos como por la elegancia con que lucían los trajes escogidos para esta fiesta popular. Los temas que cantaban eran de carácter cultural, cuyas estrofas se adaptaban a la música de una canción melódica de la actualidad. El desarrollo de las idas y venidas de la Estudiantina así como la misión de los Postulantes, eran las mismas que hemos apuntado para las murgas.

Es necesario manifestar que el éxito de estos dos tipos de comparsas siempre estuvo subordinado a la viveza de ingenio del autor de las letras y de la música que a ellas se aplicaba. En este sentido Villamayor ha contado a través de los tiempos con excelentes letristas locales: Wenceslao Rodríguez Goidillo, Visitación Carrión Arcusa, Eusebio Velasco Romero, Antonio Muñoz Muñoz, Hermanos Martín Callejas, Rafael Ruiz López y Julián López Ruiz y por su vinculación por razón de matrimonio, Silvestre Arenas Rivas, de Corral de Calatrava. La interpretación musical ha estado siempre a cargo de los individuos de la banda municipal y de aquellos otros que tocaban instrumentos de cuerda. Por razones obvias, nos ha sido imposible conseguir el elevado número y títulos de las murgas y estudiantinas habidas en nuestro pueblo natal durante la presente centuria, pero como aproximación, sin poder precisar su fecha de actuación, hemos recopilado el título de algunas de ellas - muy pocas- y sus respectivos Directores. Si durante el día la atención del vecindario estaba concentrada sólo en las máscaras, murgas y estudiantinas, por la noche aquel asistía a los bailes organizados en los amplios salones de Silvio Gijón, Manuel Rodríguez Pérez, Hermanos MartinGrande, Angel Rodríguez Palomares y Arturo Herrera; actuando en varias ocasiones las "animadoras" Paquita Cervera y Eva Nido, en el tercero de ellos y Maribel, en los dos citados en último lugar.

Es fácil deducir que la existencia de varias Murgas y una Estudiantina en algunos años, junto con los bailes mencionados, era debido al elevado número de habitantes de la localidad.

Sin embargo, hoy que la población ha descendido a 667 habitantes, la celebración del carnaval es meramente testimonial por cuanto queda reducida a un escaso número de máscaras, alguna comparsa organizada por la Asociación local de Amas de Casa y a un solo baile en el que tiene parte muy activa de organización el concejal del Ayuntamiento, Felipe López Sánchez.

¡Qué pena! Villamayor está moribundo. Entre todos, ¡salvémosle!.
Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Periódico "La Comarca de Puertollano" en su Extra de Carnaval de 1998. Página 21.

22 octubre 2006

FIESTAS DE SEPTIEMBRE


LAS FIESTAS PATRONALES EN HONOR DE JESÚS DE NZARET, AYER Y HOY.

Historiar este acontecimiento festivo de la localidad, resulta harto difícil, si se tiene en cuenta que la única fuente documental de que se dispone son las Actas de las sesiones celebradas por las sucesivas Corporaciones locales, que se custodian en el Archivo Municipal; siendo la más antigua, de las que se conservan, la correspondiente al 9 de enero de 1.845. A partir de entonces y hasta finalizar la centuria, los Libros de Acuerdos del Ayuntamiento silencian la conmemoración de esta festividad en honor del Patrono de la villa, Jesús de Nazaret, cuyos actos darán comienzo cada año el día 14 de septiembre, solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz.

Sin embargo, por una nota que consta en las páginas 167-168 Vt. del Libro XV de Bautismos (1.881-1.896) se tiene noticia de que ya en el año 1.888 existía en la Parroquia la imagen de nuestro Patrón al ser informados de que "En 24 de este mismo mes (enero) se colocaron las imágenes de Jesús Nazareno y San Miguel, frente al altar de Ntra. Sra. de1 Carmen, en las mismas palomillas en que estaban colocadas en el Presbiterio al laddo del Evangelio y Epístola, respectivamente...".

Es en el siglo siguiente cuando, por primera vez, los referidos Libros de Acuerdos rompen su mutismo al informar en el Acta de la sesión de 8 de septiembre de 1.907 de que "... estando próxima la festividad del día de] Cristo, había necesidad de acordar los festejos para dicho día...". Tres años más tarde (7-IX-1.910), el Sr. Presidente hace alusión a su desconocida antigüedad en el momento que "...hizo saber a la Corporación que aproximándose la fiesta del día del Cristo, que desde tiempo inmemorial se celebran festejos, había necesidad de tomar acuerdos para la mayor brillantez y esplendor de dichas fiestas". En lo sucesivo, salvo algunas interrupciones, que las hubo, motivadas bien por razones políticas o por la falta de algunos Libros de Actas que han evitado conocer la realidad de algunos años, se han venido celebrando de manera continuada hasta el momento actual.

Desde que se tienen noticias de la conmemoración de estas fiestas, un conjunto de actos religiosos y profanos han constituido siempre la base fundamental de esta celebración. Así puede observarse en los documentos consultados que la Misa Mayor es el primer hecho público y solemne realizado en la Parroquia con el que dan principio estas típicas y tradicionales fiestas, gracias a las cuales todos los vecinos disfrutan de unos días de asueto y diversión y en especial los agricultores, quienes tienen merecido este descanso como recompensa a los esfuerzos realizados durante todo el tiempo que dura la recogida de sus cosechas de verano. Tras dicho acto religioso el vecindario se concentra en la Plaza del Ayuntamiento, donde éste patrocina un aperitivo colectivo. Ese mismo día, por la tarde, ha sido habitual procesionar la imagen de Jesús Nazareno por las calles: Oscurilla, Real, Huertas, Sanjurjo e Iglesia, acompañada por el vecindario y las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, que presiden este acto litúrgico. En este día era costumbre, hoy casi en desuso, trasladarse a "La Ventilla", paraje salpicado de fértiles huertas en las que la juventud y sus respectivas familias pasaban un día de campo dentro de un clima de armonía y de diversión y en el que daban buena cuenta de los pollos de corral, criados para la ocasión, guisados con arroz para la comida del mediodía y con pisto manchego para la merienda-cena, todo ello regado con el buen vinillo que siempre se elaboraba en las bodegas particulares de la localidad. Durante la jornada, la gente joven organizaba, en las huertas que mejores condiciones ofrecían, todo tipo de actividades con las que divertirse, en especial el baile, que solía durar hasta la hora de regresar al pueblo para asistir a la procesión. Como los hortelanos de antaño, los de ahora preparan, hermosos manojos de la albahaca cultivada durante el verano para llevarla la Iglesia y, en acción de gracias, ofrecérsela al Cristo; siendo colocada en sus andas para adornárselas e inundar con su suave y delicada fragancia el Templo y las calles del itinerario procesional.

Recorriendo los acuerdos de las sucesivas Corporaciones municipales puede observarse que era habitual organizar novilladas durante los días 15 y 16 de septiembre, amenizadas por la Banda de Música municipal. En principio el único novillo que se lidiaba era adquirido en la ganadería de reses bravas existente en la finca "El Collado", de este término municipal, con la asignación económica del Ayuntamiento y la aportación vecinal recaudada por los mozos que posteriormente iban a formar la cuadrilla de las novilladas. Como quiera que el ganado adquirido era escaso, los agricultores locales y los propietarios de la finca "La Cruz" solían llevar a la plaza, para que sirvieran de relleno durante las dos tardes, aquellas reses de su propiedad con trapío y bravura capaces de entretener al respetable público asistente. Después de un corto paréntesis en que dejan de celebrarse estos festejos taurinos, es al final de la segunda mitad de la década de los años cincuenta cuando el señor Cura párroco, D. Agustín Sánchez de la Nieta, inicia de nuevo esta tradición, trayendo ganado de Agudo, con el fin de allegar fondos para las obras de construcción del nuevo Seminario de Ciudad Real y reparación del Templo parroquial; respectivamente. Labor que fue continuada por sus sucesores D. Juan Castañeda Hueso y D. Natalio González Castellanos. Es a partir de 1.967 cuando, independientemente del Ayuntamiento, un pequeño grupo de vecinos -hoy pueden contarse por centenares- constituimos .una sociedad taurina que se ha venido encargando cada año y hasta el momento presente de la organización de este tipo de festejos. Al final de los años 80 las fiestas y, en especial, el espectáculo taurino recibieron un fuerte impulso gracias a la creación de numerosas peñas ("La jarra", "Amas de casa", "San Isidro", "Ante la duda la más tetuda", "Los Churriagos", "¡Qué locura!", "El Pito", "Las que faltaban", "Anda y juete", "Las indecisas" ...) que, por diferentes grupos de edad, se constituyeron y que actualmente continúan colaborando. Esto coincidió también con la recuperación de los tradicionales encierros que actualmente se realizan a mediodía por la Calle Real. El coso habilitado para la celebración de estas novi1ladas ha estado situado a través de los tiempos en distintos lugares de la Villa: Plaza pública; Corralón del antiguo matadero (sito en la calle Oscuri1la); Cerca propiedad de Higinio Cachero (situada al final de la calle General Sanjurjo); Patio de la Cooperativa Agrícola "Ntra. Sra. del Rosario" y en la actualidad en el corral del nuevo matadero municipal, ubicado al inicio de la carretera de Argamasilla, que ha sido habilitado como plaza de toros permanente denominada "El Motor" y que fue utilizada por primera vez durante las becerradas de septiembre de 1.997. Con ello se ha superado la tradicional construcción de una plaza provisional con los carros y remolques de los vecinos.

Espigando en los libros de Actas del Ayuntamiento pueden conocerse los programas oficiales de los festejos que se han venido elaborando en cada época para conmemorar esta fiestas septembrinas: Competiciones deportivas, conciertos musicales, verbena, tiro al plato, carrera de galgos, concursos infantiles de pintura y redacción, concurso de carrozas, fiesta homenaje a la tercera edad... Con el fin de ensalzar la belleza de las mozas de la localidad en el año 1.965 se inició la tradición de elegir la Reina y Damas que presidirán las fiestas. Este primer año fueron elegidas por la Corporadón Municipal, pasando a ser por votación popular a partir de 1.966. Se ha llegado a elegir también reina y damas infantiles. Como consecuencia del descenso de la natalidad últimamente ha sido difícil elegir el cortejo real. Para suplir la carencia juvenil e infantil quizá se podría apostar por animar a las jóvenes de mediana edad a que volvieran a presentarse para cumplir tan regio y admirado honor.

Es los años cincuenta es cuando se comienza a instalar una verbena en la plaza del Ayuntamiento, donde una orquesta amenizaba el baile de los vecinos. En 1.965 se traslada a la Glorieta de la Iglesia, emplazamiento que ha mantenido hasta la actualidad, salvo unos años que fue colocada en el patio de recreo del Colegio Público "Inocente Martín". En la verbena, además, se realiza la coronación de la Reina y la imposición de bandas a sus Damas de Honor.

Las fiestas van tocando a su fin cuando se realiza un emotivo acto de cariño a nuestra Patrona: la conmemoración de Su nombramiento como Alcaldesa honoraria de la Villa. Fue el 17 de septiembre de 1.967, previo acuerdo de la corporación municipal y contando con el apoyo de la totalidad de los vecinos, cuando tuvo lugar el acto. Desde entonces ese día sirve para honrar a la Santísima Virgen del Rosario, Madre de Jesús, a la que pedimos su intercesión para que siga velando por nuestro pueblo y nos de luces para encarar el futuro.

¡ Felices Fiestas !

Publicado por Justo Callejas Rodríguez y Juan Antonio Callejas Cano en el Diario "Lanza" el viernes, 11 de septiembre de 1998, en su página 4.

ROSARIO DE 1931


LA FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DEL ROSARIO EN EL AÑO 1931

Villamayor de Calatrava, pueblo eminentemente agrícola, por estas fechas daba comienzo a una actividad agraria en la que tanto los hombres como las mujeres realizaban los trabajos propios de la vendimia recolectando el apetitoso fruto de la uva que ofrecían las cepas con la que se elaboraba en distintas bodegas de la localidad nuestro vino, uno de los más prestigiosos de la comarca. Era frecuente ver, sobre todo a las mujeres, mozas o casadas, cuando regresaban del campo, cómo se apresuraban, despreciando el cansancio, para acicalarse con esmero y así asistir a la Novena que se dedicaba a su Patrona. Una manifestación de amor y fe de aquellas gentes sencillas que vibraban ante su amantísima Virgen del Rosario.

Sin embargo, en el inicio del segundo trimestre del año que nos ocupa, un acontecimiento histórico se proclama el día 14 de abril en nuestra Patria: La Segunda República, cuyos hechos y resultados son de sobra conocidos, por lo que en esta ocasión sólo nos limitaremos a reproducir el texto que hemos espigado en el Diario "El Pueblo Manchego" del lunes doce de octubre de 1.931. Hoy se cumplen sesenta y siete años de aquella publicación, que ahora damos a conocer a nuestros lectores, ilustrada con una fotografía de la antigua imagen de Nuestra Señora del Rosario, destruida por las llamas la noche del 25 al 26 de julio de 1.936.

"Fiestas en honor de la Santísima Virgen del Rosario"



Con extraordinaria animación se han celebrado la Novena y fiestas en honor a la Santísima Virgen del Rosario, Patrona de este pueblo. Fiestas que, como en años anteriores, han tenido un esplendor sin par, debido al celo y fervor de, todos los fieles de Villamayor que, poseídos de su fe y amantes de sus tradiciones, no desmayaron ante los rumores alarmantes que se propalaban contra dicha fiesta.


Afortunadamente no se han confirmado dichos rumores, pues, el Señor Alcalde y demás autoridades locales, con una amplia visión del cumplimiento de su deber, han sabido armonizar las cosas, colocando la justicia en un plano razonable, que los honra altamente y asimismo al pueblo, que necesita expansionar su espíritu en estas fiestas anuales.


La procesión de la Virgen resultó brillantísima y solemne pues, durante su recorrido, el silencio fue admirable y el estampido de los cohetes, que atronaban el espacio y los vivas a la Santa Patrona, ponían la emoción en los semblantes de los devotos, que rezaban tras la imagen en señal de gracias.


Así mismo ocurrió en la procesión del Rosario de la Aurora, cuyo orden superó en mucho a todas las demás procesiones del año. Dichas procesiones fueron amenizadas por la banda de música local que dirige el nuevo maestro Jesús del Campo, quien hizo un verdadero alarde de dirección y maestría.


Cuando la procesión entraba en la Iglesia se quemaron varios artísticos castillos de pólvora y una extraordinaria traca final. Después, un grupo de distinguidas señoritas de la localidad entonaron la Salve de despedida a la Virgen.


Durante la Misa solemne en honor a la Virgen, la parte musical estuvo a cargo de la orquesta y voces de Capilla de la Catedral de la S. I. P. de Ciudad Real, que dirigió Don Salomón Buitrago. El Sermón lo desarrollo admirablemente el gran orador sagrado Reverendo Padre Leandro Pardos, misionero del Corazón de María, con residencia en Úbeda.


Después de las funciones se procedió a la rifa de un jamón con que la Hermandad obsequió este año a los señores que la favorecieron con una limosna. Tocó dicho y apetitoso regalo al número 724.


El novenario fue predicado por el Reverendo Padre Leandro Pardos, quien venía precedido de una justa fama de gran orador, que ha confirmado durante los nueve dias que ha hecho uso de la palabra. Cada día ha expuesto un tema religioso cuya brillantez y elocuencia ha ido creciendo por momentos, secundado en sus oficios eclesiásticos por el ecónomo de localidad Don Andrés Díaz que se ha desvivido por que la Santa Casa que regenta fuese un ascua de oro y maravilla. Diligencia que han podido apreciar todos los vecinos de Villamayor estos buenos hombres que siempre veneraron las grandezas sagradas de esta Virgen gallarda y morena como la tierra que ellos labran día a día.


Las delicadas plegarias que se cantaron durante te las novenas,. fueron interpretadas por distinguidas señoritas de la localidad que parecían inspiradas por bendición divina. Es de admirar también, la incansable labor en loor de esta bella Patrona de Villamayor, de su Presidenta de la Hermandad, Doña Carmen Úbed de Ruíz, quien pone todo su entusiasmo, noble y exquisito en aumentar de año en esa Hermandad, y ala vez el fervor ardiente esa imagen sagrada, bajo cuya diestra cobija a todos los hijos de Villamayor que necesita su protección santa.


Por todas estas cosas, los vecinos de Villamayor no pueden abandonar a su Virgen, ni separar la vista de su Iglesia, mansión santísima en que triunfa siempre, en su altar, donde la rodean los querubines celestiales.


En resumen: unas Fiestas más, mucho más solemnísimas que en años anteriores; un orador y una nueva efusiva felicitación a su Ilustrísima el Señor Obispo de Ciudad: por habernos concedido el honor de autorizar al Padre Don Leandro Pardos, para que venga a predicar las novenas que tanto han honrado a Nuestra Patrona, y nuestro agradecimiento a todos sin distinción."


A pesar de los hechos históricos que acompañaron a esta celebración puede observarse que, durante aquel año, fueron respetadas, costumbres y tradiciones religiosas en nuestro municipio. Por ello, ¡Felicitémonos todos!.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez y Juan Antonio Callejas Cano en el Diario "Lanza" el lunes, 12 de octubre de 1998, en su página 4.

Nota: La foto que ilustra esta entrada en este blog nos la facilitó d. Sergio Abad, director del Colegio Público "Inocente Martín" de Villamayor de Calatrava el 16 de junio de 2010. Gracias. Pincha A Q U Í para ver el periódico íntegro.

DEHESA BOYAL "LA LABRADA"


PRIMER CENTENARIO (1.898-1.998) DE LA COMPRA DE LA DEHESA "LABRADA": UNA ACERTADA DECISION PARA LA ECONOMIA DEL VECINDARIO

La adquisición de la finca rústica cuyo nombre encabeza la presente colaboración, supuso para los habitantes nacidos en Villamayor de Calatrava un acontecimiento de carácter social, que, ahora, al haberse cumplido el día primero del pasado mes de marzo del presente año el primer centenario de aquel hecho, puede titularse de histórico por cuanto desde entonces vienen cumpliéndose con cierto rigor los fines para los que fue comprada. Por tanto, bien merece dedicarle a este tema, antes de que concluya el presente año, un artículo periodístico con el que pretendo, de un lado, traerlo a la memoria de los mayores y, de otro, hacer que tal acontecimiento sea conocido por los más jóvenes para sensibilizarlos y hacer que entre todos ellos se esfuercen por mantener la propiedad de este predio rústico - conseguido con muy buen criterio por un grupo de hombres amantes de su pueblo- que en aquella época, a pesar de las dificultades, ellos no regatearon sacrificios, a veces comprometidos, hasta lograr que sus convecinos cabezas de familia tuvieran garantizado el uso y disfrute, como si fueran de su propiedad, los pastos necesarios para su ganado de labor y una parcela donde cultivar cereales o legumbres, bien para el correspondiente abastecimiento de sus respectivas familias o el de sus propios ganados.

Es interesante destacar que con la promulgación de la Ley desamortizadora de 1 ° de mayo de 1.855, conocida como Ley Madoz, además de continuar la desamortización de los bienes eclesiásticos, tanto del clero regular como del secular de las Leyes de Mendizábal, se declararon en estado de venta los bienes civiles que se relacionan en su art °. 1 ° Y que, entre otros, figuran los pertenecientes al Estado; a las Ordenes Militares de Santiago, Alcántara, Calatrava y San Juan de Jerusalén, y a los propios y comunes de los pueblos. Como quiera que la referida dehesa Labrada, cuya procedencia tiene su origen en los bienes afectos a la Mesa Maestral del Campo de Calatrava, formaba parte del inventario de los propios de nuestro municipio - al que de ella sólo le pertenecía el dominio útil, porque el directo le estaba reservado al Maestre de la Orden- esta es la razón por la que fue sacada a pública subasta para ser enajenada, hecho que, como se verá después, no se produjo de inmediato. Varias disposiciones contenidas en las Leyes desamortizadoras reservaron siempre a los pueblos el derecho de solicitar la excepción de los terrenos de aprovechamiento común y dehesas boyales destinadas al pasto de los ganados de labor. Es por ello que al amparo del art. 6° de la Ley de 8 de mayo de 1.888 (en la que se confirmaba el derecho que por las Leyes de 1° de mayo de 1.855 y 11 de julio de 1.856 se reconoció a los pueblos para solicitar la mencionada excepción y en cumplimiento del art. l0 de la Instrucción de 21 de junio del mismo año, nuestro Ayuntamiento, representado por su Alcalde D. José Martín Sánchez, presentó con fecha 2 de agosto del mismo año, en la Administración de Impuestos y Propiedades de la Provincia de Ciudad Real la solicitud fechada en 4 del referido mes y año por la que se pretendía conseguir la excepción de los terrenos de la dehesa Labrada con destino a dehesa boyal (B.0.P. Nº 28 de 31-8-1.888). Con posterioridad el R.D. de 29 de septiembre de 1.896 concedió a los pueblos un plazo de tres meses, que sería el último, para solicitar las referidas excepciones, "no sólo a los pueblos que no hayan instruido hasta ahora expediente de excepción de terrenos de aprovechamiento común y dehesas boyales, sino también a todos aquellos a los cuales haya sido denegada por cualquier concepto la excepción de referencia...", acción que, por encontrarse nuestra villa en el segundo supuesto del art. 2° del referido Real Decreto, fue acometida por D. Reinaldo Ubeda Cárdenas, Alcalde del Ayuntamiento local. Sin embargo todo resultó inútil. En las dos ocasiones, las pretensiones del Concejo fueron denegadas por Reales Órdenes de 9 y 25 de febrero de 1.895 y 1.897, respectivamente, según consta en la Escritura de Venta Judicial que custodia la Junta Rectora de la "Sociedad Compradora de la Dehesa Boyal o Labrada" de esta villa.

Tales resoluciones frustraron las esperanzas del vecindario y le anularon los privilegios que desde antiguo venía disfrutando. Para mantenerlos e intentar detener el proceso desamortizador de la finca en cuestión se decidió tornar parte en las subastas publicas que se anunciaran, ofertando cantidades muy superiores al precio de su tasación para lograr de este modo su adjudicación, acto que después de la notificación del remate quedaba sin efecto por falta de pago del primer plazo. Así, si se excluye la subasta anunciada para el 4 de marzo de 1.896, que fue anulada por R.O. de 30 de mayo de 1.896 en atención "a haberse sacado a licitación dividida en suertes, como fincas independientes", dos son las que sucesivamente se celebraron en este sentido: El 9 de octubre de 1.896 D. Jesús Muñoz y Carrión, vecino de Villamayor, toma parte en el remate y le es adjudicada la referida finca por la Dirección General de Propiedades y Derechos del Estado con fecha 31 del mismo mes y año (a pesar de ser su precio de tasación en venta de 32.580 Ptas.) en la cantidad de 132.680 Ptas. (B.O.P.no 59,11-XI-l.896), remate que no tuvo efecto porque "no ha verificado el pago del primer plazo, a pesar de transcurridos los quince días siguientes al de la notificación". La siguiente se realizó en 8 de junio de 1.897, es decir, ocho meses más tarde, que, siendo el precio de tasación en venta de la finca el mismo que el de la vez anterior, fue adjudicada asimismo por la referida Dirección General a D. Pablo González Salas, vecino de esta localidad, sin que haya podido localizar ni la fecha ni la cantidad en que fue rematada, pero sí se sabe que tal adjudicación no tuvo efecto, por las mismas razones que la que antecede. A la vista de los resultados, una buena dosis de sentido común hizo posible la creación de una agrupación vecinal de carácter civil y particular para decidir estatutariamente la manera de conseguir y, en su caso, administrar durante noventa años la repetida dehesa, que, posteriormente, con el nombre de Sociedad Compradora de la Dehesa Boyal o Labrada" se constituyó legalmente ante Notario el día 8 de Enero de 1.898, cuya primera Junta Directiva la formaron: D. Jesús Muñoz y Carrión, Presidente; D. Juan José Gijón García, Vicepresidente; D. Reinaldo Ubeda Cárdenas, Tesorero; D. Alfonso Caballero López y D. Evaristo Rodríguez Sánchez, Vocales y D. Julián Molina González, Secretario-Contador.

Debe saberse que, anunciada la tercera y última subasta el día 19 de noviembre de 1.897 con idéntico precio de tasación en venta que las veces precedentes, fue rematada definitivamente el 30 de noviembre del mes corriente en 33.581 Ptas. por D. Antonio Sevilla Iribarne, vecino de Madrid, de que fue notificado por la antedicha Dirección General en 15 de diciembre del mismo año; que dicho señor cedió y traspasó (8-1-1.898) "... desde ahora para siempre la mencionada dehesa en favor de la Sociedad Compradora de la misma puesto que por encargo de aquélla tomó parte en la subasta y con dinero de la misma está verificado el pago del primer plazo..."; que tanto este plazo como los cuatro restantes fueron satisfechos con el importe del préstamo hipotecario de sesenta mil pesetas que hizo a la Sociedad D. Francisco Molina Carrasco, de Almodóvar del Campo, al 5% de interés compuesto, amortizable en diez años, lo que supuso al final de ellos la cantidad de noventa mil pesetas, y, por último, que la Escritura de Venta Judicial fue firmada por todos los miembros rectores de la Sociedad el día l° de marzo de 1.898 ante el Notario D. Isidoro Espadas y en presencia del Sr. Juez de Primera Instancia, D. Manuel María Puga y Fernández.

Soy consciente de que faltan muchos aspectos por tratar sobre el tema elegido pero, por razones obvias, me veo obligado a tenerlos que dejar para exponerlos en otro momento.

Sería plausible que la Junta Directiva actual, para conmemorar tal centenario, organizara algunos actos de carácter cultural y tuviera un gesto de generosidad que, materializado en cualquier tipo, de signo visible en el que figurasen esculpidos sus respectivos nombres y apellidos, simbolizara de manera permanente la expresión sincera de la gratitud y reconocimiento de todos los vecinos de esta localidad a aquellos acertados hombres que, con valor y clarividencia, fueron el alma principal de la gestión iniciada para conseguir la propiedad de tan anhelada Dehesa, y que en todo momento, gracias a ellos, desde diferentes actividades, bien sean agrícolas, ganaderas, festivas o deportivas, todos tuvieron - y aún se continúan teniendo - a disfrutarla.

Para tan noble empresa, y sin que se eche en saco roto, proclamo sinceramente mis sentimientos y mi compromiso diciendo: ¡Señor Presidente, cuenten conmigo!.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Diario "Lanza" el jueves, 3 de diciembre de 1998 en su página 4.

CORPUS CHRISTI

CORPUS CHRISTI: LA FIESTA DEL FERVOR RELIGIOSO, DEL COLORIDO Y DEL AROMA

Esta celebración en honor a la Eucaristía es fiesta variable según el calendario y, además, la última conmemoración relacionada con la Pascua de Resurrección, de la que la separan sesenta días, aunque en los últimos años se ha trasladado esta festividad del Señor al domingo siguiente al jueves del Corpus.

Su origen se remonta al siglo XIII; debido a la visión de una monja belga, Sor Juliana, quien siendo superiora en 1230 de Monte Cornillón (cerca de la ciudad de Lieja) se la comunicó al canónigo de San Martín de Lieja, manifestándole que hacía diez años que Dios le había dado a conocer la institución de una fiesta particular en honor a la Eucaristía.

Conocida la noticia, las autoridades eclesiásticas pusieron todo su empeño para lograr implantar esta festividad, hecho que se produjo en el año 1262, siendo Papa S.S. Urbano IV al expedir la bula que establecía como día señalado para su celebración el jueves después de la octava de Pentecostés. Más tarde, en el año 1316, el Sumo Pontífice Juan XXII la instauró y comenzó a celebrarse la festividad del Corpus en todo el orbe cristiano.

Resulta difícil precisar ahora la antigüedad de esta festividad eucarística en Villamayor. Sin embargo su conmemoración viene siendo cada año más solemne y de gran riqueza cultural durante todos los actos litúrgicos que se celebran. La localidad para esta ocasión se viste de fiesta y para ello se engalanan con banderas y gallardetes nacionales, mantones de Manila, colchas y sábanas bordadas los balcones y ventanas de los edificios por donde ha de pasar el desfile procesional. Además en los últimos años, las mujeres han instituido la costumbre de embellecer las fachadas y aceras de sus respectivas viviendas con artísticas macetas pobladas de policromadas flores naturales para darles mayor vistosidad y colorido a las calles por donde ha de pasar el Santísimo. Pensamos, también, que esta bonita costumbre pueda ser aprovechada, en ocasiones, como medio de realizar una ofrenda floral, callada e íntima, por los favores que de Él hayan recibido tanto ellas como sus respectivos familiares.

La conmemoración de esta festividad da comienzo con la celebración solemne de la Santa Misa, a la que asisten las autoridades civiles y militares, el vecindario y la Banda de Música municipal, que dirige don Leandro Muñoz Martín. Concluida aquélla, inmediatamente, sobre las doce de la mañana, sale de la Iglesia Parroquial el cortejo procesional, encabezado por el señor cura párroco quien, bajo palio, lleva en sus manos la Sagrada Custodia donde va expuesta la Forma Consagrada. Completan el cortejo las referidas autoridades locales; los fieles asistentes; la Banda de Música que, además de ejecutar las partituras propias para la ocasión, interpreta el Himno Nacional, tanto a la salida como a la entrada del Santísimo en la Parroquia; y, por último, situados en lugar preferente, los niños y niñas que han recibido por primera vez el Sacramento de la Eucaristía el domingo anterior a esta festividad (por mutuo acuerdo entre sacerdotes y padres, los niños hacen ahora su primera comunión el mencionado domingo y no el día del Corpus como era tradicional hasta hace unos años), quienes, ataviados con sus trajes de comunión y colocados cerca del sacerdote, van dando guardia de honor al Santísimo Sacramento. Todos, en silencio y de forma ordenada, recorremos las calles: Oscurilla, Real, Huertas y Pablo Neruda (antes General Sanjurjo) hasta llegar a la Glorieta de la Iglesia, donde finaliza este acto litúrgico y con el que se deja constancia del gran fervor religioso que supone en esta Villa la fiesta del Señor por antonomasia. Los fieles que lo desean pasan al interior del Templo para acompañar al sacerdote y participar en la reserva del Santísimo en el Sagrario.

Otro de los elementos que conforman la celebración del Corpus es la colocación de altares, bien en el centro de la calle, en las puertas, o en los portales de las casas particulares situadas en el itinerario que recorrerá la procesión. Unos son fruto del empeño de ciertas familias por mantener viva la tradición que heredaron de sus antepasados. Otros están motivados por el ofrecimiento hecho al Santísimo en épocas recientes y que, en ocasiones, dejan de vestirse una vez cumplida la promesa. Estos monumentos no consagrados se confeccionan sobre una mesa, que se cubre con ricas telas o encajes y se adornan con alguna pequeña imagen; el Santo Rosario; candelabros y flores naturales. En el suelo se colocan cerca del Altar macetas floridas y con ellas se forman un paseo que se esparcen plantas aromáticas como tomillo, romero o cantueso, con el fin de tener perfumado el ambiente cuando llegue la Custodia. Una vez en ellos, el sacerdote la coloca en el peldaño más alto del altar, sobre un pequeño lienzo, a modo de corporal, y, mientras se rezan las oraciones propias de la adoración del Cuerpo de Cristo se inciensa y se entona el himno eucarístico "Pange lingua...", las mujeres que están en torno de estos monumentos y las niñas de primera comunión, no cesan de arrojar pétalos de rosa a la Custodia.

Así se vive y celebra el Día del Señor en Villamayor de Calatrava. Alabémosle para merecer su Gracia. Así sea.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Diario "Lanza" el sábado, 13 de junio de 1998 en su página 4.