VILLAMAYOR DE CALATRAVA

Historia de Villamayor de Calatrava. Ventana al pasado para entender el presente y afrontar el futuro de este pueblo del Campo de Calatrava.

22 octubre 2006

CORPUS CHRISTI

CORPUS CHRISTI: LA FIESTA DEL FERVOR RELIGIOSO, DEL COLORIDO Y DEL AROMA

Esta celebración en honor a la Eucaristía es fiesta variable según el calendario y, además, la última conmemoración relacionada con la Pascua de Resurrección, de la que la separan sesenta días, aunque en los últimos años se ha trasladado esta festividad del Señor al domingo siguiente al jueves del Corpus.

Su origen se remonta al siglo XIII; debido a la visión de una monja belga, Sor Juliana, quien siendo superiora en 1230 de Monte Cornillón (cerca de la ciudad de Lieja) se la comunicó al canónigo de San Martín de Lieja, manifestándole que hacía diez años que Dios le había dado a conocer la institución de una fiesta particular en honor a la Eucaristía.

Conocida la noticia, las autoridades eclesiásticas pusieron todo su empeño para lograr implantar esta festividad, hecho que se produjo en el año 1262, siendo Papa S.S. Urbano IV al expedir la bula que establecía como día señalado para su celebración el jueves después de la octava de Pentecostés. Más tarde, en el año 1316, el Sumo Pontífice Juan XXII la instauró y comenzó a celebrarse la festividad del Corpus en todo el orbe cristiano.

Resulta difícil precisar ahora la antigüedad de esta festividad eucarística en Villamayor. Sin embargo su conmemoración viene siendo cada año más solemne y de gran riqueza cultural durante todos los actos litúrgicos que se celebran. La localidad para esta ocasión se viste de fiesta y para ello se engalanan con banderas y gallardetes nacionales, mantones de Manila, colchas y sábanas bordadas los balcones y ventanas de los edificios por donde ha de pasar el desfile procesional. Además en los últimos años, las mujeres han instituido la costumbre de embellecer las fachadas y aceras de sus respectivas viviendas con artísticas macetas pobladas de policromadas flores naturales para darles mayor vistosidad y colorido a las calles por donde ha de pasar el Santísimo. Pensamos, también, que esta bonita costumbre pueda ser aprovechada, en ocasiones, como medio de realizar una ofrenda floral, callada e íntima, por los favores que de Él hayan recibido tanto ellas como sus respectivos familiares.

La conmemoración de esta festividad da comienzo con la celebración solemne de la Santa Misa, a la que asisten las autoridades civiles y militares, el vecindario y la Banda de Música municipal, que dirige don Leandro Muñoz Martín. Concluida aquélla, inmediatamente, sobre las doce de la mañana, sale de la Iglesia Parroquial el cortejo procesional, encabezado por el señor cura párroco quien, bajo palio, lleva en sus manos la Sagrada Custodia donde va expuesta la Forma Consagrada. Completan el cortejo las referidas autoridades locales; los fieles asistentes; la Banda de Música que, además de ejecutar las partituras propias para la ocasión, interpreta el Himno Nacional, tanto a la salida como a la entrada del Santísimo en la Parroquia; y, por último, situados en lugar preferente, los niños y niñas que han recibido por primera vez el Sacramento de la Eucaristía el domingo anterior a esta festividad (por mutuo acuerdo entre sacerdotes y padres, los niños hacen ahora su primera comunión el mencionado domingo y no el día del Corpus como era tradicional hasta hace unos años), quienes, ataviados con sus trajes de comunión y colocados cerca del sacerdote, van dando guardia de honor al Santísimo Sacramento. Todos, en silencio y de forma ordenada, recorremos las calles: Oscurilla, Real, Huertas y Pablo Neruda (antes General Sanjurjo) hasta llegar a la Glorieta de la Iglesia, donde finaliza este acto litúrgico y con el que se deja constancia del gran fervor religioso que supone en esta Villa la fiesta del Señor por antonomasia. Los fieles que lo desean pasan al interior del Templo para acompañar al sacerdote y participar en la reserva del Santísimo en el Sagrario.

Otro de los elementos que conforman la celebración del Corpus es la colocación de altares, bien en el centro de la calle, en las puertas, o en los portales de las casas particulares situadas en el itinerario que recorrerá la procesión. Unos son fruto del empeño de ciertas familias por mantener viva la tradición que heredaron de sus antepasados. Otros están motivados por el ofrecimiento hecho al Santísimo en épocas recientes y que, en ocasiones, dejan de vestirse una vez cumplida la promesa. Estos monumentos no consagrados se confeccionan sobre una mesa, que se cubre con ricas telas o encajes y se adornan con alguna pequeña imagen; el Santo Rosario; candelabros y flores naturales. En el suelo se colocan cerca del Altar macetas floridas y con ellas se forman un paseo que se esparcen plantas aromáticas como tomillo, romero o cantueso, con el fin de tener perfumado el ambiente cuando llegue la Custodia. Una vez en ellos, el sacerdote la coloca en el peldaño más alto del altar, sobre un pequeño lienzo, a modo de corporal, y, mientras se rezan las oraciones propias de la adoración del Cuerpo de Cristo se inciensa y se entona el himno eucarístico "Pange lingua...", las mujeres que están en torno de estos monumentos y las niñas de primera comunión, no cesan de arrojar pétalos de rosa a la Custodia.

Así se vive y celebra el Día del Señor en Villamayor de Calatrava. Alabémosle para merecer su Gracia. Así sea.

Publicado por Justo Callejas Rodríguez en el Diario "Lanza" el sábado, 13 de junio de 1998 en su página 4.