LAS CAMPANAS

La instalación de un sistema electrónico, aplicado a las campanas de la torre de la Iglesia parroquial durante los primeros días de la segunda quincena del mes de septiembre del presente año 2.003, ha supuesto para todo el vecindario una grata noticia, que transcenderá, estoy seguro de ello, a todos los ausentes que han nacido en esta localidad. He de manifestar que tan acertada innovación -que evitará en lo sucesivo tener que subir a la plataforma de la torre, desde donde se tocaban manualmente las campanas para convocar a los fieles- y, sobre todo, el alto valor testimonial que encierran los documentos antiguos manejados, y que a continuación se dirán, me han motivado de tal manera que he decidido dedicarles a tales instrumentos musicales esta colaboración para aproximarnos, en la medida de lo posible, al conocimiento de su historia, esto es, su antigüedad y vicisitudes a través de los siglos. Las fuentes escritas en que he bebido para documentar el presente trabajo han sido los Expedientes de varias Visitas realizadas por los Visitadores Generales de la Orden de Calatrava a esta villa, que se custodian en el Archivo Histórico Nacional (A.H.N.); el Libro V de Bautismos (1.656-1.723) del Archivo Parroquial de Villamayor (A.P.V); el. Libro 1º de Santa Visita Pastoral a esta Parroquia (A.P.V); el Libro de Oro, editado por la Junta Pro-Reconstrucción del Templo en Febrero 1.958, (L.O.J), y la información oral facilitada por el sacerdote que fuera párroco de esta localidad, Rvdo. D. Luís-María Arias Rubio (1.952-1.955).

Apuntes históricos.

En el expediente de la Visita de 19-VIII-1.577, es donde se nos informa por primera vez de su existencia y estado de conservación de dichos instrumentos de bronce. Allí puede leerse: "Vimos la torre de la dha. Iglesia, la cual y las campanas que están en ella están bien tratadas y sin necesidad al presente, excepto que la campana pequeña tiene necesidad de aderezarse una barra que tiene quebrada" (A.H.N. Visitación de la Iglesia de Ntra. Sra. Santa María, de la villa de Villamayor. Legajo 6.083, nº 8.).

En el cosido de documentos que integran el expediente de la "Visitación de la fábrica de la Iglesia parroquial de la villa de Villamayor de Calatrava, advocación de Ntra. Sra. Santa María, hecha en 8 de febrero de 1.608" se nos dice: "Dos campanas en la torre, mandamos que otra questá a hacer y a cargo de Jaime López, campanero, se haga luego (A.H.N. Legajo 6.090 nº 6).

Casi treinta y dos años después, a través del conjunto de documentos correspondientes a la "Visitación de la Iglesia parroquial de Santa María la Mayor de la villa de Villamayor de Calatrava, de donde al presente es Rector el Lcdo. D. Gregorio Díaz Muñoz, del hábito de Calatrava", hecha en 12-X-1.639, sabemos de la existencia de: "Dos campanas grandes que están en la torre... y porque la una de ellas está de presente quebrada, mandamos que se aderece luego". (A.H.N. Legajo 6.100, núms. 25-33).

Principal e interesante es la noticia que figura en el citado Libro de Bautismos, el cual nos permite saber ahora que: "Con motivo de la Confirmación en 25 de Octubre de 1.689 el Ilmº. Sr. Obispo D. Alonso de Santa Cruz(Obispo de Methoanes del Consejo de Su Magestad, Canónigo de la Sta. Iglesia Primada de Toledo) bendijo las campanas de la torre de la Iglesia, siendo Cura de la Parroquia D. Roque Martín ... y así mismo Su Grª. consagró dos campanas en la torre de la Iglesia, la mayor, al Norte, en honor de Santa Isabel, y la otra, al Mediodía, en honor de San Benito, y para que todo conste lo firmó Su Grª. dicho día, mes y año de hoy.- Alº, Obpº de Methoanes ( A.P.V.Libro V de Bautismos, 1.656-1.723, Páginas 182-184).

Por último, señalar que en la "Descripción e inventario de la Iglesia de Villamayor, hecha en 12 de marzo de 1.720" por los señores Visitadores de la Orden de Calatrava D. Pedro Quintana Alvarado y el Licenciado fray D. Antonio de Torres y Rincón, ambos dejaron manuscrito lo que sigue: "Registrose la torre de las campanas, a la que se sube por una escalera de yeso en la que se hallaron dos campanas con sus cabezas, la una grande y otra mediana..." (A.H.N. Consejo de Ordenes. Legajo 1.673).

Hasta aquí los testimonios escritos que nos han permitido conocer ahora detalles de dichas campanas: su estado de conservación, tamaños, fecha de bendición y consagración, así como también su orientación inicial en la torre de la primitiva Iglesia parroquial.

Obras parroquiales.

El deficiente estado de conservación en que se encontraba la totalidad del edificio de la Iglesia parroquial motivó que allá por el año 1.953 , siendo párroco de ella D. Luis-María Arias Rubio, se diera comienzo, teniendo en cuenta las posibilidades económicas disponibles, a su restauración. Fue entonces cuando se concibió la idea de reparar la campana mayor de la torre que, como es sabido, estaba rajada. Hechas las gestiones para ello, al final, hubo que enviar ambas campanas a la localidad de Villanueva de la Serena (Badajoz), donde fueron fundidas, en presencia del referido párroco, en los talleres de D. Fernando Villanueva Sáenz ( Fundidor de campanas) en el año 1.953, según consta todo en las inscripciones que figuran grabadas en relieve en la superficie exterior de cada una de ellas, comprobadas (7-X-2.003) por los albañiles locales, los Sres. D. Manuel-Vicente Fernández Fernández y D. Luis Sáez Fernández, respectivamente. Lo que sí nos ha sorprendido ha sido el cambio que se hizo entonces de sus primitivos nombres con que fueron dedicadas a los Santos ya citados anteriormente. Así, la mayor, situada al Sur, que fue consagrada en honor de Santa Isabel, a partir de su fundición, se hizo en honor del Sagrado Corazón, y la pequeña, orientada al Norte, dedicada a San Benito, fue consagrada en honor de Ntra. Señora del Rosario, Patrona de la villa. Después de las fiestas de Mayo del año 1954, y antes de ser instaladas definitivamente en el campanario, fueron bendecidas y consagradas, como queda dicho, a pocos pasos de la fachada principal de la Iglesia, frente a la torre, por el Excmº y Revdmº. Sr. Lcdº. D. Emeterio Echeverría Barrena, Obispo de Dora. Prior de las cuatro Ordenes Militares de la Provincia de Ciudad Real.(1.943-1.954).

En el año 1.957, siendo Cura Ecónomo D. Bienvenido Amorós Carrasco, se iniciaron de nuevo ciertas obras en la Parroquia. En esta ocasión permítaseme transcribir el informe que emitió el Excmº y Rvdmº Sr. Dr. D. Juan Hervás y Benet, Obispo de Dora, Prior de las cuatro Ordenes militares de Ciudad Real . Dice asi: "1º.- Ante todo, conste Nuestra felicitación al Rvdº. Sr. Cura Ecónomo por la gran labor realizada en orden a la renovación material de la Parroquia: Casa Rectoral, nuevo retablo y piso, renovación de tejados, paredes, campanario, púlpito etc, etc; todo ello refleja la acción inteligente y abnegada del buen pastor de almas que no repara en sacrificios en el cumplimiento de su misión. Pero lo que más nos satisface es comprobar que todo el pueblo ha participado en estos trabajos, uniendo sus esfuerzos y apretando sus filas en torno a su padre y pastor..." (A.P.V. Libro 1º de Santa Visita Pastoral. Visita de 30 de abril de 1.957,Pág.3).

Ciñéndome al tema concreto del campanario es preciso indicar que, dentro de tales obras, figuraba la de "Reconstruir el tramo superior de la torre con tres metros más de altura y cubierta nueva, según el plano enviado por el Sr. Arquitecto del Obispado; sanear los muros peligrosos y enlucir toda la torre interior y exteriormente, arreglando la escalera y las puertas". (L.O.J. Pág. 24), hecho que supuso conseguir para la torre una estatura más airosa y bien proporcionada. Concluida la obra de la torre, las campanas fueron suspendidas en sus respectivas barras de sostén, pero, eso sí, orientadas de forma distinta: la mayor al Mediodía y la mediana, al Saliente.

A pesar de las repetidas obras realizadas para lograr salvar el edificio de la Iglesia parroquial, todos los esfuerzos iban a resultar inútiles. No obstante, el vecindario, enfrentándose de nuevo a la triste realidad, asumió, una vez más, el reto de evitar la desaparición de su primitivo Templo, lugar de encuentro donde acudía para recibir los Sacramentos; suplicar ayuda a la Divinidad, en especial a su Santísima Virgen del Rosario, Patrona de esta localidad, o dar las gracias por los favores recibidos. Efectivamente, las labores de albañilería dieron comienzo, contando con la aportación dineraria vecinal, las que una vez concluidas motivaron la venida, en Visita Pastoral, del Sr. Obispo de la Diócesis Priorato D. Juan Hervás y Benet. En el Acta de esta Visita Pastoral realizada a nuestra Parroquia el día 10 de Junio de 1.967, D.Natalio González Castellanos, Cura Párroco de la localidad, escribía: "Después de terminadas las obras de Reconstrucción que se han llevado a cabo en el Templo Parroquial de Nuestra Señora de la Visitación de Villamayor de Calatrava y que a continuación exponemos para que conste para feliz memoria son las siguientes: No teniendo cimientos la Iglesia Parroquial, los muros y arcos se habían abierto, siendo las rajas de gran consideración y cediendo al mismo tiempo el tejado del crucero de la Iglesia, causando un aspecto desolador y muy poco digno para la celebración de los cultos divinos, al mismo tiempo que se preveía el derrumbarse, de no dar una solución acertada que evitara mayores gastos o alguna desgracia que todos habíamos de lamentar..." Después se dice: " ha quedado el Templo Parroquial con la seguridad que todos deseamos ...y que es de destacar y elogiar la colaboración del pueblo de Villamayor que ha contribuido con cerca de 250.000 Pts". (A.P.V. Libro 1º de Santa Visita Pastoral. Págs 6-7 Vtº.)

Nuevo Templo Parroquial.

Las esperanzas puestas en la seguridad de haber logrado la consolidación, en su conjunto, del edificio de la Iglesia primitiva no tardaron mucho tiempo en desvanecerse. Su deterioro empezó a mostrarse de manera progresiva hasta el punto de empezar a preocupar, no sólo a los sucesivos Párrocos, sino también al vecindario y a las autoridades locales. Ante tales circunstancias y teniendo en cuenta la polémica suscitada entre los feligreses, sobre si derribar o no tal fábrica, la Alcaldía local solicitó verbalmente al Delegado Provincial del Ministerio de la Vivienda un Informe técnico para conocer el verdadero estado de conservación de aquella construcción. .Tras la perceptiva visita de un Arquitecto superior, éste emitió el correspondiente Informe , que fue expuesto al vecindario, en el que se manifestaba que el referido edificio amenazaba ruinas, razón por lo que se recomendaba no celebrar cultos divinos en su interior. Por tal motivo, el Párroco, D. Jesús López Díaz, junto con los miembros de la Comisión de colaboradores , decidieron demoler en su totalidad el referido edificio, hecho que se llevó a efecto el día 22 de Diciembre de 1.977.

Trámite previo al comienzo de una nueva edificación era necesario redactar el correspondiente Proyecto, trabajo que fue elaborado por el Sr. Arquitecto D, Eduardo Gascón Recas, de Ciudad Real, cuya Memoria figura fechada en dicha Capital en 7-IX-1.978. Descartadas las obras de ejecución del Salón de Actos y Almacén que figuran en el Plano nº 5 de tal perspectiva y conocido el importe real del resto de las obras a construir, se dió comienzo a la edificación, contando con las ayudas de Organismos oficiales; la entusiasta colaboración de los residentes y ausentes nacidos en Villamayor de Cvª, y la de otras personas que, sin haber nacido aquí, fueron sensibles a nuestro proyecto y se unieron a él con sus respectivos donativos, gesto que agradecimos entonces y que todavía permanece en el recuerdo de este común de vecinos.

Una vez concluidas las obras, las campanas fueron colocadas en la nueva torre, de estilo moderno, cuya orientación responde ahora, en esta ocasión, a la del año 1.953, es decir, la mayor al Mediodía y la mediana al Norte. Todo quedó listo para la bendición del Templo, acto que se realizó por el Excmº y Rvdmº Sr. Obispo Prior de las Ordenes Militares, Ciudad Real, D. Rafael Torija de la Fuente, el día 22 de Diciembre de 1.979 (A.P.V. Libro 1º Santa Visita Pastoral. Págs 11 Vtº. y 12), ante la presencia de un pueblo creyente, sensible, tenaz, solidario,y en aquella ocasión, cómo no, muy emocionado.

Sí, así es Villamayor de Calatrava. Nunca la fe había levantado tanto entusiasmo y generosidad en el espíritu de sus vecinos. Felicitémonos.